SALTILLO,
México.— Más allá de victorias y derrotas en el terreno del gimnasio
Nazario Ortiz, el Campeonato Norte Centroamericano y del Caribe (NORCECA)
femenino juvenil de voli se caracterizó por el extraordinario apoyo
de la afición local a los participantes, muy en especial al equipo
cubano.
Desde la jornada inaugural, el asedio a las voleibolistas
antillanas para solicitarles autógrafos, las preguntas en torno a
sus edades, preferencias, a qué provincias de nuestro país
pertenecen, y otras indagaciones hechas de manera cariñosa, rodearon
la estancia de la delegación, que vio orgullosa cómo en el graderío
ondeaba nuestra bandera en manos de sencillos saltillenses.
El espíritu de cordialidad entre las jugadoras rebasó con creces
la rivalidad dentro de la cancha. Son jóvenes alegres, venidas a
competir en buena lid, y aunque solo dos elencos, Estados Unidos y
República Dominicana, ganaron sus boletos para el Mundial del 2009,
en el ambiente de la ceremonia de clausura flotó un aroma de
hermandad y respeto.
Una experiencia reclama el análisis de la Confederación NORCECA
de este deporte. Si bien desde el comienzo de la porfía se dijo que
a la próxima cita mundialista únicamente avanzaban los dos punteros,
en el Reglamento de la organización reza en blanco y negro que los
tres primeros lugares accederían a sus respectivas medallas y a su
clasificación para el convite del orbe, igualmente en México’09.
Tanto Cuba como Puerto Rico, envueltas en la discusión del
bronce, mostraron su desacuerdo ante la variación de lo estatuido, y
tras diversas consultas con los organizadores de este recién
concluido NORCECA, quedó planteado un reclamo: si para el Campeonato
Mundial 2009 la Federación Internacional decide ampliar la nómina de
participantes, el tercer representante de esta área geográfica
deberá ser Cuba, ganadora 3-2 sobre las boricuas dos veces en el
certamen.
Para el cuadro guiado por el también joven Joel Olazábal, haber
confrontado al máximo nivel continental le ofreció la oportunidad de
valorar hasta qué punto esta selección, entrenada durante dos años
con énfasis en los últimos tres meses, afrontó el reto con aciertos
y deficiencias, a pesar de tener en su nómina a algunas muchachas
debutantes en competencias internacionales. Se observó unidad, amor
y rectitud en el colectivo de dirección, integrado también por la
veterana Ana Ibis Díaz y Miguel López.
Otra soltura, clásica de colectivos un poco más hechos en los
avatares del balón, exhibieron Estados Unidos, República Dominicana
(su mentor es el colaborador cubano Enrique Larrazaleta), Puerto
Rico y Canadá, ocupantes de lugares cimeros en la tabla de
posiciones.
Tabla final de posiciones: Estados Unidos, República
Dominicana, Cuba Puerto Rico, Canada, México, Costa Rica y Trinidad
y Tobago.