La exposición de los no fumadores al humo de tabaco durante solo
media hora, provoca en ellos un incremento del 30 por ciento del
riesgo de padecer enfermedad coronaria, indica un estudio científico
reciente.
Esa investigación plantea que la media hora de exposición al
humo, de segunda mano, es suficiente para observar un cambio en la
función de las arterias de los fumadores pasivos o no fumadores.
Añade, además, que provoca un daño directo al endotelio, que es
la pared interna de las arterias, responsable de la dilatación y la
contracción.
El estudio confirma la presencia de ciertas sustancias en el humo
de tabaco con efecto "pernicioso" para las arterias, entre ellas,
metales pesados, como el benceno o la acroleína.
Esas sustancias causan un daño de oxidación sobre el endotelio de
las arterias y sobre la mitocondria, que es el órgano que permite la
respiración de las células.
Solo en Estados Unidos mueren 35 000 personas cada año como
resultado del humo que afecta cada vez más a los no fumadores, cuyo
daño cardiovascular equivale a entre el 80 y el 90 por ciento del
perjuicio que sufren los fumadores.