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En la Ciénaga de Zapata
Definitivamente me quedo
Ventura de Jesús
Aunque no carecía de información sobre el sureño territorio, la
joven Dayamí necesitó de algún tiempo para aproximarse a la
naturaleza humana del cenaguero, gente humilde, algo esquiva y de
alma bondadosa, admite la doctora.
Doctora
Dayamí Gómez La Rosa.
Esto puede ser una buena experiencia profesional, se dijo el
primer día que chocó con la intransigencia de un paciente que algo
más tarde le alcanzó una tasa de café en señal de reconciliación.
"Lo mismo tienen un exabrupto que un gesto de ingratitud. Al final,
sin embargo, están dispuestos a morirse por ti".
Este signo aparentemente contradictorio no modificó la conducta
de la doctora Dayamí Gómez La Rosa, natural de San Pedro de Mayabón.
Con el paso de los días aprendió a valorar mejor la simpatía natural
de los habitantes de esta región matancera, una de las zonas más
olvidadas de Cuba antes del triunfo revolucionario.
EL PUEBLO AGRADECE
El 19 de abril del 2006 abrió sus puertas el policlínico de nuevo
tipo Celia Sánchez Manduley, ubicado en el poblado de Playa Larga.
La gente gozó con la noticia. El pueblo de la zona recibía de ese
modo un conjunto de servicios de alta calidad, en igualdad de
condiciones con quienes residen en importantes ciudades del país.
Donde antes había un policlínico rural, con escasas posibilidades
de atención médica, se levantó una bella instalación dotada del más
avanzado equipamiento, profesionales competentes y donde se brindan
23 servicios, algunos de ellos durante las 24 horas, además de una
sala de rehabilitación contigua.
Servicios como los de endoscopia, cirugía menor, ultrasonido y
electrocardiograma pasaron a ser algo común.
Aunque en el municipio hay otro policlínico y se prestan
servicios de salud particularmente en Playa Girón y Cayo Ramona, el
policlínico Celia Sánchez se convirtió en la niña de los ojos de
todos los cenagueros.
Esta es una obra que el pueblo agradece infinitamente, indica
Dayamí, la directora del centro desde hace aproximadamente un año.
"Entre otras ventajas el policlínico cuenta con un cuerpo de
guardia, área de apoyo vital o de urgencias, sala de preingreso,
servicios de rayos x, laboratorio clínico y un hogar materno con
seis camas.
"Algo de inestimable valor es que actualmente se ofrecen aquí
interconsultas, por ejemplo, de neurología infantil, que
anteriormente se realizaban en otros municipios con la consiguiente
molestia para el paciente y sus familiares, quienes debían
trasladarse a lugares distantes."
HAY MUCHO QUE HACER TODAVÍA
El municipio mantiene la mortalidad infantil en cero desde hace
más de dos años. ¿cuán importante es la contribución del
policlínico?
"Aunque el programa materno infantil se decide en la atención
primaria, le prestamos cuidado especial con un monitoreo minucioso
que es responsabilidad en primer lugar de la dirección del centro.
El área de Playa Larga cuenta con cinco consultorios del médico de
la familia y el policlínico asume el compromiso de la preparación de
ese personal para garantizar el necesario seguimiento a cada uno de
los casos, incluyendo a los niños menores de un año.
"Tenemos una especialista en Ginecobstetricia la cual visita los
consultorios los lunes y los miércoles, ofrece consulta de riesgo
preconcepcional y realiza regulaciones menstruales. Mantenemos una
comunicación constante con los consultorios y hay una pediatra que
los visita de manera regular."
¿Qué es lo que más los inquieta en el ámbito de la Ciénaga?
"Atendemos a una población de aproximadamente 1 920 personas que
vive algo dispersa. Eso hace muy complejo el trabajo. La
característica más acentuada en términos de salud son las
enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión arterial
y cerebrovasculares, así como los malos hábitos dietéticos y cierta
preponderancia en el consumo de bebidas alcohólicas. Tenemos un
grupo de trabajo para atender esta situación.
"Otra insatisfacción es que todavía es elevado el número de
jóvenes embarazadas, muchachitas entre 14 y 17 años que, entre otras
consecuencias, se ven obligadas a abandonar sus estudios. Hay mucho
que hacer todavía en este frente."
¿Se queja la población de algo en particular?
"Consideramos que todavía es insuficiente el recurso humano para
atender las interconsultas. No pocas veces los pacientes tienen que
lamentar la ausencia del especialista. Sucede con Ortopedia,
Dermatología y Cardiología básicamente.
¿Cuidan ustedes el policlínico, lo nuevo y hermoso de esta obra?
"Existe una brigada de mantenimiento con la misión de que todo
esté como el primer día, por lo que el cuidado del centro es
cuestión de honor para todos los trabajadores."
En teoría la Ciénaga de Zapata no es la misma de hace medio
siglo. Muchas cosas han cambiado para bien de sus habitantes. Eso
sí, 50 años después sigue siendo un lugar donde la gente vive en
comunidad pacífica y bien cerca de la naturaleza, siempre perseguida
por el susurro de las aves y el olor característico de la madera que
abunda en el bajo bosque. Allí, en medio de aquel paraíso de humedad
y silencio, se levanta este policlínico de nuevo tipo, que la propia
Dayamí considera como un privilegio raro. "Los cenagueros no
imaginaron nunca tener algo así", comenta.
Tú no eres de la zona, ¿quedarte en la Ciénaga figura en tus
previsiones?
"Esto no es el edén, pero me gusta trabajar aquí. Es una región
que necesita de profesionales para mantener y consolidar lo
alcanzado. Definitivamente me quedo". |