Saltillo alienta a las cubanas

Muy agradecidas y… en la pelea

ALFONSO NACIANCENO, enviado especial
alfonso.gng@granma.cip.cu

SALTILLO, México.— Clasificada para las semifinales en recia batalla frente a Puerto Rico, y muy agradecida por contar con el aliento de numeroso público en el gimnasio Nazario Ortiz, así brega la selección femenina juvenil cubana de voli en el Campeonato Norte Centroamericano y del Caribe (NORCECA).

Veremos cómo les va a las cubanas en el tramo final de la competencia.

Aquello de que la afición, a favor o en contra, oficia en un estadio como un jugador más, es una verdad del tamaño de un templo. Y para las novatas nuestras ese estímulo de un graderío repleto de punta a cabo, aun cuando levanta el ánimo, significa compromiso y presión sicológica fuerte, teniendo en cuenta que la mayoría de ellas debuta en la arena internacional.

No reacciona igual un veterano hecho y derecho que un bisoño. Las regulares que defienden a Cuba son inexpertas con condiciones físicas para brillar en el futuro inmediato. La capitana y pasadora, Lilianny Marsillán, tiene 16 años de edad, al igual que su par Egli Sabín. La atacadora auxiliar Wilma Salas cumplió 17 en marzo; Giselle de la Caridad Silva, central de 1.88 metros de talla, la más alta del elenco, llegará en octubre a los 17; Yoana Palacio, central de 17 años, y la líbero Emili Borrell, 16, también integran la alineación estelar. Solo la auxiliar Dayesi Masó alcanza los 18. Ella y Silva, son las únicas que ya han jugado con la escuadra que participará en la cita olímpica de Beijing. Las muchachas del banco, igualmente nacieron entre 1991 y 1993.

Era esperada la rivalidad entre República Dominicana, Estados Unidos, Canadá y Cuba, países que atesoran una tradición y resultados reconocidos. Incluso, Puerto Rico se sumó a la lista impulsado por el reciente y sostenido auge de este deporte en la Isla del Encanto. México ha decrecido, mientras Costa Rica y Trinidad y Tobago quedan a la zaga.

Así las cosas, resultaba en extremo difícil aterrizar en Saltillo con un plantel que dedicó meses a una intensa preparación en su centro de entrenamiento en La Habana, pero que no accedió a ningún tope internacional antes de llegar a esta hospitalaria ciudad del norte de México, a 1 600 metros sobre el nivel del mar.

De la experiencia de estos tres días iniciales del NORCECA, la selección nuestra debe asimilar que es preciso, frente a los rivales débiles como México, salir decidida a atacarla sin piedad, para no verse en el aprieto de remontar un primer set desfavorable. Igual, o peor, aconteció ante las boricuas, las dejaron jugar y se les fueron delante en los dos tiempos de apertura, para después desgastarse en rebasarlas.

La concentración que va y viene e influye de manera negativa en el ritmo de las acciones, las faltas lo mismo en la net que al pasar la bola, por momentos la poca disposición para apoyar detrás del bloqueo, las fluctuaciones en la calidad del recibo y la nada aconsejable subestimación del contrario, son elementos por mejorar en aras de construir un equipo grande.

Veremos cómo les va a las cubanas en el tramo final de la competencia, que concede dos plazas para el Campeonato Mundial del 2009.

 

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