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La visita a Rusia del presidente venezolano, Hugo Chávez, transcurre
hoy con desborde del protocolo ruso, con fama de ser uno de los más
rigurosos del mundo.
Sin embargo, las más altas autoridades de Rusia han decidido
prescindir de él, a la hora de recibir la visita de Chávez, en lo
que es considerado en fuentes diplomáticas una clara demostración de
las cercanas relaciones entre los líderes de ambos países.
Este martes 22 de julio, el presidente Chávez fue recibido por su
homólogo Dimitry Medvedev, en una reunión que de acuerdo al estricto
sistema protocolar ruso tendría una duración de una hora.
El encuentro, en la residencia oficial de Medvedev, terminó
extendiéndose por tres horas, a lo que habría que sumar dos horas de
un almuerzo entre ambos presidentes.
En total, Chávez y Medvedev conversaron durante cinco horas
continuas, lo cual es poco usual entre mandatarios, incluso
tratándose de protocolos menos estrictos que el ruso.
La historia se repitió durante la reunión de Chávez con Vladimir
Putin, quien ahora ocupa el cargo de Primer Ministro.
Pautada inicialmente para una duración de 45 minutos, la reunión
no sólo se extendió durante más de dos horas, sino que concluyó con
un paseo en el que Putin manejó su propio auto, acompañado de su
familia y del presidente Chávez.
Este gesto de Putin fue recibido con sorpresa en los círculos
diplomáticos y políticos, ya que si algo ha sido difundido
ampliamente es la seriedad de Putin, muchas veces definido como un
político con la frialdad de un maestro de ajedrez.
Oficialmente, Rusia y Venezuela afianzaron este martes una
alianza energética, con cuatro nuevos acuerdos para la certificación
y estudio conjunto de potencialidades de explotación en la Faja
Petrolífera del Orinoco.
Ello se desprende de una declaración conjunta ante la prensa del
Presidente Chávez y su colega ruso Medvedev.
Pero más allá de las firmas y los acuerdos, según sectores
empresariales que participaron en el Consejo Empresarial
Ruso-Venezolano, la visita de Chávez destaca por haber trascendido
las formalidades protocolares, evidencia de la cercanía entre ambas
naciones.