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Un total de 23 personas resultaron heridas hoy en Jerusalén por la
embestida de un buldózer cuyo conductor murió inmediatamente después
por varios disparos, reportaron fuentes policiales 20 días después
de registrarse un incidente similar.
El ataque con la excavadora ocurrió en el centro de la ciudad
sagrada en la tarde de este martes, a una distancia relativamente
corta de donde se reunieron los presidentes israelí, Shimon Peres, y
palestino, Mahmoud Abbas.
Los hechos se registraron, según describieron testigos y la
policía, cuando el conductor del buldózer dejó el lugar donde se
realizaban obras de construcción cerca del barrio de Yemin Moshe y
tomó dirección al parque Gan Hapa amon o Campana de Libertad.
La excavadora recorrió una distancia de unos 160 metros en un
intento por derribar a un autobús y luego colisionó con otros cuatro
autos, a uno de los cuales logró volcar.
El chofer recibió al menos dos tiros mortales de un civil y un
guardia de la zona fronteriza, admitieron las fuentes, al agregar
que la policía cerró las posibles rutas de escape a Jerusalén Este e
inició la búsqueda de dos sospechosos que huyeron del lugar.
El canal 10 de la televisión israelí reprodujo el testimonio del
conductor del autobús, quien describió que transitaba por la senda
principal cuando el atacante lo golpeó por la parte trasera derecha,
luego dio un giro en U y aplastó su ventana dos veces con la pala.
El 2 de julio un residente en Jerusalén oriental embistió con un
vehículo similar varios carros y peatones en una transitada calle de
la urbe, con saldo de tres muertos y al menos 45 heridos, antes de
también ser abatido con un disparo.
Como represalia, las autoridades israelíes hostigaron a la
familia del atacante y a varios palestinos residentes en esa parte
de Jerusalén usurpada por Tel Aviv.
Un comunicado difundido por fuentes palestinas indicó que el
presidente Mahmoud Abbas calificó de lamentable e infortunado el
atentado del cual fue informado durante su reunión con Peres, y lo
consideró un acto de terror.