El Departamento de Defensa
estadounidense demora hasta un año para determinar si los soldados
con limitaciones físicas y psicológicas están en condiciones de
combatir, detectó una investigación del Congreso citada hoy por la
prensa.
La situación es decepcionante, esas tropas merecen mejor
tratamiento, señaló el legislador demócrata Ike Skelton, líder del
Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.
Según la pesquisa de dicha entidad del Capitolio, el actual plazo
es tres o cuatro veces mayor que el fijado el año pasado por el
Pentágono.
Los militares prometieron reducir los procedimientos burocráticos
para establecer si los efectivos están listos o si deben ser
licenciados, sin embargo, han incumplido el compromiso, advierte el
informe reseñado por el diario USA Today.
De acuerdo con los congresistas, el Ejército también falló a la
hora de vaticinar la cantidad de uniformados colocados en la
categoría de Guerreros en Transición, calificativo otorgado a los
soldados con problemas de salud.
La cifra de sumados a semejante estatus se duplicó en 2007, lo
cual obligó a crear 35 unidades para acogerlos, admitieron mandos
castrenses.
Entre las limitaciones mostradas por el Pentágono, en la atención
a tantas tropas, está la falta de personal especializado, dificultad
que retrasa la decisión de devolverlos al servicio o retirarlos del
mismo, concluyó la investigación del Congreso.
Hace apenas un mes, la Oficina General de Contabilidad (GAO, por
sus siglas en inglés) divulgó un reporte sobre los militares
enfermos enviados a las guerras de Iraq y Afganistán.
El estudio de la GAO encontró que al menos tres bases despacharon
hacia los teatros de operaciones bélicas a efectivos con problemas
médicos.