Cuba en el mundo

Actualizado 2:45 p.m. hora local

Alicia Alonso prevé reencuentro entrañable
con pueblo venezolano

CARACAS, 22 de julio (PL).— La directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC), Alicia Alonso, subrayó que su visita a Venezuela tiene un carácter cultural y amistoso, y prevé un reencuentro agradable con un pueblo entrañable.

En entrevista publicada este martes por el diario El Universal, la Prima Ballerina Absoluta enfatizó que la unen múltiples lazos históricos y culturales con el pueblo de este país, donde espera compartir con muchos viejos amigos.

Sobre todo señaló Alonso- vengo a realizar un trabajo fructífero con los bailarines venezolanos. Giselle es una bella obra, a la que le tengo un gran respeto y espero poder ofrecerla en todo su esplendor.

La excelsa bailarina cubana tiene previsto llegar mañana día 23 a Caracas, en lo que sería su séptima visita a esta nación suramericana, donde estuvo por última vez en 1983.

Alonso perfilará en esta capital los últimos detalles de la puesta en escena de su versión de Giselle, en un montaje que es un proyecto conjunto del BNC y la compañía de danza clásica del Teatro Teresa Carreño.

Tras un estudio minucioso de la época y el estilo, la legendaria intérprete insufló un aire de frescura y modernidad a la coreografía de Corrali-Perrot, una obra cumbre del romanticismo estrechamente ligada a su carrera artística.

Alicia Alonso recordó cuando vino por primera vez a Venezuela en 1948. Estábamos llenos de entusiasmo con nuestra flamante compañía (Ballet Alicia Alonso), y el público nacional no nos defraudó, dijo.

Tengo los mejores recuerdos del coreógrafo y bailarín venezolano Vicente Nebrada, fallecido en 2002, comentó Alonso.

Fue en una época integrante del Ballet Nacional de Cuba, algo que él valoraba altamente. Lo considero uno de los grandes coreógrafos que ha dado América Latina, sostuvo.

Acerca del ballet a supervisar en Caracas, destacó que Giselle fue muy importante para ella. Lo bailé por primera vez en el antiguo Metropolitan Opera House de Nueva York en 1943, apuntó.

Fue un gran reto agregó-, pues lo hice en sustitución de Alicia Márkova, que era una estrella establecida, muy elogiada en ese ballet, y yo era muy joven, y apenas me había recuperado de una operación de los ojos.

Alonso narró que al inicio de su carrera en Estados Unidos, cuando comenzó a destacar como bailarina clásica e intérprete de los grandes ballets tradicionales, tuvo que enfrentar prejuicios por ser latinoamericana.

Hasta tal punto, que por motivos de promoción e imagen, trataron de cambiarme el nombre por uno ruso o sajón, ejemplificó.

Más adelante, la directora del BNC manifestó que enfrenta la fama con sencillez y agradecimiento. Tiene sus inconvenientes y sus momentos conmovedores, acotó.

 

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