Territorios estadounidenses desatan
campañas contra los indocumentados y sus empleadores, acciones que
sólo consiguen empeorar la situación, advierte hoy el diario The New
York Times.
Según un editorial del rotativo, este año ya fueron establecidas
unas 175 legislaciones anti-inmigrantes, las cuales -precisa- están
lejos de ser la solución del problema de los 12 millones de
extranjeros residentes ilegales en este país.
Estados y ciudades de la Unión impulsaron sanciones para empresas
y negocios que contratan a esos individuos, así como pusieron en
vigor medidas destinadas a obligarlos a participar en un sistema
federal diseñado para probar la identidad de los sospechosos,
comenta la fuente.
Organizaciones defensoras de los derechos civiles critican las
políticas oficiales para lidiar con el fenómeno, en particular las
sistemáticas redadas policiales y el maltrato infligido a los
indocumentados cuando están bajo arresto.
De acuerdo con el influyente periódico, también comienzan a
surgir señales de resistencia entre los empleadores, quienes crean
organizaciones opuestas a las leyes promulgadas.
Los empresarios esgrimen que necesitan trabajadores, además de
llamar a rectificar los múltiples errores presentes en el sistema
migratorio norteamericano.
Para el Times, la verdadera solución pudiera ser la reforma
migratoria.