El gobierno boliviano continúa su
política de fomentar entre los cultivadores cocaleros la producción de
alimentos como una vía para combatir la crisis mundial de víveres.
El presidente Evo Morales instó a los trabajadores de esa esfera a
complementar su actividad básica con la siembra de otros productos
como arroz y maíz.
Morales planteó la iniciativa que los campesinos posean una
cantidad limitada de plantaciones de coca (cerca de mil 640 metros
cuadrados) y que reciban préstamos para poder cultivar otros
productos.
Recientemente, el estadista entregó en la central región de
Sinahota un cheque por 455 mil dólares para iniciar la construcción de
una planta de arroz con capacidad para generar 60 toneladas del grano
al día.
Además, prometió ayudas similares para quienes de manera individual
produzcan trigo, maíz y soya en esa zona eminentemente cocalera.