Salas de televisión en Granma

Como soles radiantes

Orfilio Peláez
pelaez@granma.cip.cu

Escenario de la rebelión del cacique Hatuey en 1511, y de otros hitos, como el alzamiento de Carlos Manuel de Céspedes en La Demajagua, la caída de Martí en Dos Ríos y el desembarco de los 82 expedicionarios bajo el mando de Fidel, la provincia de Granma acogió recientemente una muestra de documentales de los estudios Mundo Latino.

Foto: Eduardo GonzálezDespués de la presentación de un documental, Marianela Santos, jefa de Relaciones Públicas de Mundo Latino, intercambia impresiones con los vecinos de Palmarito.

Desandando cientos de kilómetros, directivos, realizadores, y técnicos, llevaron a Bayamo, Manzanillo, Jiguaní, Guisa, Buey Arriba, Campechuela y Niquero, una selección de materiales de corte histórico, cultural, educativo y científico, hechos por esa casa productora perteneciente al Comité Central del Partido, algunos de los cuales fueron estrenados durante el periplo.

Para muchos campesinos como Orestes, estos locales trajeron la luz a las zonas apartadas.

Las obras presentadas incluyeron los documentales Cambio Climático, el reto continúa, En el techo del mundo, De las tinieblas a la esperanza (sobre el impacto en México del método de alfabetización Yo, sí puedo), Salsa cubana, Nunca es tarde si la rumba es buena, Fiestas Populares Cubanas, Memorias de un Palacio, y Cuba Libre, además del serial de cinco capítulos Profecía de Libertad, y el Cubanos en primer plano dedicado al popular músico Cándido Fabré.

Tarja en la sala de televisión de la comunidad rural El Puntico, que recuerda la inauguración por Fidel de este programa de la Batalla de Ideas, el 29 de marzo del 2002.

Más allá del programa oficial desarrollado en los siete municipios mencionados, la muestra se extendió a todas las salas de televisión rural del territorio granmense, devenidas núcleo central de la vida sociocultural de quienes residen en las serranías y zonas apartadas.

ADIóS AL AISLAMIENTO

El programa de las salas de televisión, contemplado dentro de la Batalla de Ideas, comenzó en esta provincia el 29 de marzo del 2002, con la inauguración del primer local en la comunidad rural de El Puntico, Campechuela.

Aquel memorable acto contó con la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro, principal impulsor de tan revolucionario proyecto, dirigido a eliminar las denominadas zonas de silencio y llevar conocimientos, recreación e información cultural, científica y deportiva, a los más recónditos parajes de nuestro archipiélago.

Según destaca Isidro Alonso Ramírez, funcionario del departamento Ideológico del Comité Provincial del Partido, seis años después trabajan a plenitud las 464 salas de televisión existentes en Granma, incluidas las 102 dañadas por el paso del huracán Dean en julio del 2005, que fueron totalmente rehabilitadas.

Para muchos pobladores de las comunidades apartadas, estos locales son un verdadero "milagro", pues les permiten ver los juegos del equipo Cuba de béisbol en eventos foráneos, disfrutar de una buena película, estar al tanto de las más recientes noticias nacionales e internacionales, y hasta polemizar acerca de las novelas de turno.

Ante la cercanía de los Juegos Olímpicos de Beijing, algunos campesinos ya hablan de pasar toda la madrugada allí, teniendo en cuenta que buena parte de las transmisiones del magno evento serán en ese horario. Los tiempos de aislamiento quedaron atrás.

n ESCUELAS PARA LA VIDA

Visitar las diferentes salas de televisión donde tuvo lugar la muestra de Mundo Latino, entre ellas la propia de El Puntico, La Escondida, en Guisa, y la de Palmarito, en Jiguaní, permitió apreciar la influencia que estas tienen sobre la comunidad.

Al margen de la posibilidad de conocer el mundo a través de la pequeña pantalla, son el lugar donde médicos de la familia, instructores de arte, trabajadores sociales, representantes de las organizaciones de masas, y autoridades de la zona, ayudan a combatir el tabaquismo y la adicción al alcohol, promueven las formas correctas de convivencia social, la práctica de deportes y el interés por la lectura (todas poseen minibibliotecas), las artes plásticas, y otras manifestaciones culturales.

También explican los problemas vinculados a la crianza de los hijos, la importancia de una alimentación sana, la necesidad de cuidar y preservar el medio ambiente, todo lo cual repercute en una mayor calidad de vida de quienes asiduamente las visitan. Asimismo, la mayoría de las salas de TV sirven de sede a las casas de orientación a la mujer y a la familia, y al programa Educa a tu hijo.

Miguel Valdés Basalo, miembro del comité municipal del Partido en Guisa, manifestó que gracias a esta labor orientadora, este territorio de 54 000 habitantes registra una notable reducción del hábito de fumar, mientras el consumo de bebidas alcohólicas disminuye de manera progresiva.

Las salas, indicó, son el centro más importante de las comunidades rurales, el lugar donde se hace vida social, y la gente aprecia cada vez más todo lo que aprenden allí.

Hasta las personas de la Tercera Edad visten sus mejores prendas cuando acuden a ver la televisión, o participan en algunas de las actividades planificadas en esos locales. Así sucedió con Orestes, un guajiro de pura cepa de 92 años que nuestro yipi recogió cuando nos dirigíamos hacia una de las salas del poblado de Palmarito.

¡Enseguidita estoy con ustedes. Solo voy a entrar un momento a mi casa para ponerme una camisa bonita y peinarme!

Orestes aparece entrevistado al final de un documental de Mundo Latino que se exhibe en apenas unos minutos. Precisamente el título del material es tomado de una frase suya. Ahora después de verlo y disfrutarlo junto a sus vecinos, la repite con más fuerza: las salas de televisión han sido como un sol radiante, ellas nos trajeron la luz.

 

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