Según Qie Xiushu, investigadora del Instituto de Física Atmosférica de la Academia de Ciencias de China (ACCh), el programa comenzó hace dos años y debe concluir el mes próximo.

La investigación ha estado basada en la posibilidad de capturar los rayos y dirigir la energía hacia un sistema de almacenamiento en el suelo.

La tecnología también permitiría desviar los rayos hacia lugares seguros donde no puedan causar ningún daño, comentó el experto al periódico China Daily.

A grandes rasgos, el sistema consiste en cohetes, nombrados YL-1, especialmente equipados con conductores para capturar los rayos y dirigir la energía hacia puntos del suelo.

El sistema fue sometido ya a principios de julio a una serie de pruebas científicas de nivel nacional y comenzará a producirse de manera masiva.

Según Qie Xiushu, los cohetes YL-1 son ligeros y pueden ser recuperados con un paracaídas, pero deben ser lanzados antes del comienzo de una tormenta eléctrica.

El momento de su uso es muy importante, agregó, y con un conveniente monitoreo desde el suelo y con experiencia, hemos obtenido hasta un 70 por ciento de éxito.

La caída de rayos provoca en China alrededor de un millar de muertes todos los años y pérdidas económicas por 143 millones de dólares.