Detrás de la noticia

Buenos Aires se mantuvo en vilo, a la espera, como en una final, del último gol. Desde este martes hubo más tensión. Mientras el Senado debatía el proyecto de retenciones móviles a las exportaciones de soja y otros granos, presentado por el Ejecutivo, la ciudad quedó dividida: de un lado, en el capitalino barrio de Palermo, los ‘ruralistas’; hasta la Plaza del Congreso llegaron quienes apoyaban la resolución de la presidencia.

Durante cuatro meses el Gabinete de Cristina Fernández ha enfrentado a las principales entidades agrarias del país. Los defensores de la "República Unida de la Soja" intentaron frenar el proyecto a través de cortes de rutas, actos públicos y el desabastecimiento.

Finalmente el balón subió a la Cámara Alta. El Gobierno trató de buscar respaldo para la medida, que trazaría un nuevo mapa en la redistribución de la riqueza a partir de programas sociales.

Pero, este jueves el Senado ofreció su dictamen, y no precisamente a favor del Ejecutivo. El vicepresidente Julio Cobos desempató el juego. El rechazo a la resolución presidencial que, por su puesto, contó además con todo el arco de la oposición, ganó por 37 votos frente a 36.

Algunos analistas consideran que desde el inicio del conflicto hubo un discurso polifónico entre "los señores del campo" y los opositores.

Sin embargo, para muchos argentinos ha sido con los dos últimos gobiernos que el país ha comenzado a levantarse.(Miriela Fernández Lozano)

 

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