La reciente intervención de Raúl en la Asamblea Nacional contiene
directivas muy claras, pero no nos relevan del deber de analizar con
sentido crítico nuestras propias realidades y dificultades, subrayó
el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés, al clausurar ayer el
VII Congreso del Sindicato Nacional de los Trabajadores de las
Comunicaciones, la Informática y la Electrónica (SNTCIE).
En opinión del Ministro de la Informática y las Comunicaciones,
lo expuesto por el Presidente de los Consejos de Estado y de
Ministros convoca a que ese sector realice una evaluación mucho más
profunda e integral de su desempeño. Esto, indicó Ramiro, concierne
tanto a la labor de dirección técnica y administrativa como al
trabajo sindical, político y de masas con nuestros trabajadores.
Nuestro Congreso, dijo, tiene la gran ventaja política de
realizarse apenas unos días después de la medular intervención de
Raúl en la Asamblea y estamos en el deber de estudiar sus
orientaciones y de analizar a la luz de ellas qué hacemos y cómo lo
hacemos para precisar programas de trabajo en cada una de nuestras
áreas.
Según reconoció la dirección nacional del SNTCIE, hay
deficiencias en el funcionamiento de los ejecutivos sindicales. Las
asambleas de afiliados, se ilustró, no logran convertirse en el
escenario idóneo para discutir problemas de productividad,
cumplimiento de los planes, papel de los colectivos en el ahorro y
en el combate contra el delito. Tampoco esas reuniones son
aprovechadas para evaluar con rigor las causas de la lenta
incorporación de las entidades al sistema de perfeccionamiento
empresarial.
Entre las debilidades identificadas por los trabajadores también
estuvieron la aplicación de sistemas de pago que no estimulan el
aumento del rendimiento individual, y la suscripción de convenios
colectivos de trabajo inefectivos para enfrentar indisciplinas,
negligencias y descontroles en los centros laborales.
Según evaluó el Congreso, en términos generales la actuación del
sindicato no propicia ni encauza la combatividad necesaria poner
coto a al delito y la corrupción presentes en empresas del sector.
Los cuadros, opinó el Ministro en la jornada de clausura, tienen
que aprender a trabajar con el sindicato, sin paternalismos o
pretender suplantar el papel de nadie. Necesitamos, insistió, un
sindicato fuerte, capaz, con autoridad para enfrentar todas las
tareas, en una relación con la administración basada en la
coordinación de propósitos, la crítica y la honestidad.