A 14 mil 36 asciende el número de
guatemaltecos deportados este año desde territorio de Estados Unidos
debido al endurecimiento de las leyes migratorias y la persecución
contra los indocumentados en el país norteño.
Los repatriados denunciaron haber sufrido maltratos y violaciones
a sus derechos humanos tras ser capturados por las autoridades
migratorias.
María García aseguró que fue separada de sus hijas y permaneció
durante un día con cadenas en pies y manos, como si se tratase de
una criminal.
Por su parte Jorge Vásquez señaló que vivía junto a toda su
familia desde hace más de 20 años en territorio estadounidense, pero
no pudo regularizar su situación por lo que fue detenido y
expulsado.
En Guatemala no tengo más familia que una cuñada pues todos se
quedaron allá, dijo Vásquez tras su arribo al aeropuerto
Internacional La Aurora de esta capital, junto a otros 122 migrantes
devueltos en el vuelo 168 de este año.
El canciller Haroldo Rodas explicó la víspera ante el Congreso
que esa cartera sólo tiene recursos para contratar a dos abogados,
uno en Los Ángeles y otro en San Francisco, para asesorar a sus
connacionales.
En muchos casos se podría evitar la deportación pues se trata de
personas que califican para una residencia, pero la falta de apoyo
legal adecuado les impide realizar los trámites.
Mauro Verzeleti, de la Pastoral de Movilidad Humana de la iglesia
católica, señaló que además del incremento de la persecución en
Estados Unidos, los indocumentados carecen de asistencia por parte
del gobierno guatemalteco.
De mantenerse el ritmo actual de repatriaciones este año se
rebasará la cota histórica registrada durante 2007, cuando sumaron
23 mil 62 casos.