Un ataque aéreo de la aviación de
Estados Unidos contra un poblado de la provincia de Farah ocasionó
cuatro mujeres y cinco niños afganos muertos, comunicaron hoy
fuentes oficiales de este país islámico centroasiático.
El vicegobernador de esa provincia occidental, Mohammad Yunus
Rasculi explicó a medios informativos que ese bombardeo ocurrió la
víspera en el distrito de Bakwa.
Rasculi aseguró que una de esas bombas estadounidenses cayó sobre
una vivienda y mató a cuatro mujeres y cinco niños, información
confirmada a la prensa por Jalilullah Rahmani, jefe de la policía de
Farah.
Un vocero del Pentágono, teniente Nathan Perry, corroboró que
varios reconocimientos aéreas avistaron supuestos insurgentes en esa
región por lo cual se ordenó el ataque aéreo.
Perry indicó que el mando militar investigará sobre la "eventual
muerte de civiles" en ese bombardeo en el distrito de Bakwa.
Con anterioridad, el vicegobernador de la provincia de Nuristán,
Abdul Malim, y el jefe policial, Ayatolah Jalil, denunciaron que al
menos 30 civiles murieron durante ataques aéreos de la Fuerza
Internacional de Asistencia a la Seguridad en los poblados de Katgal
y Nishgram.
Ambos funcionarios gubernamentales afganos coincidieron en que
esos ataques aéreos se desarrollaron en esos dos poblados del
distrito de Wanat-Waigal, donde se encontraba una base militar de
Estados Unidos, ocupada por los rebeldes.
En este contexto, el vocero de la OTAN, coronel Mark Laity,
informó que las tropas de Estados Unidos bajo su mando abandonaron
la base militar en el poblado de Wanat, en la provincia de Kunar.
Ese puesto militar de avanzada limítrofe con Paquistán resultó
atacado, ocupado y destruido el domingo último por un contingente de
insurgentes afganos que ocasionó nueve soldados estadounidenses
muertos y 15 heridos.
Laity confirmó la retirada de esa instalación en la región de
Wanat, que justificó al afirmar que esos campamentos son siempre
temporales.