La coalición ocupante de Iraq
pasó hoy el control de la provincia de Qadisiyah a las autoridades
nacionales, días después de que el gobierno pidiera a Estados Unidos
un calendario de retirada de sus tropas.
Según voceros oficiales, fuerzas de Estados Unidos y Polonia que
operaban en esa provincia de población mayoritariamente chiita, al
sur de Bagdad, entregaron el mando a las autoridades iraquíes como
reflejo de una supuesta mejoría de la seguridad.
Qadisiyah es ahora la décima de las 18 provincias del país bajo
control nacional y, de acuerdo con oficiales norteamericanos, logró
grandes progresos en materia de seguridad en el último año.
Sin embargo, otras fuentes recordaron que esa demarcación ha sido
escenario de fuertes enfrentamientos entre facciones chiitas
rivales, lo que sirvió de pretexto para que efectivos
estadounidenses y del gobierno local lanzaran una gran ofensiva el
pasado año.
Por su lado, Izzat Ibrahim al Douri, ex vicepresidente iraquí
durante el gobierno de Saddam Husseim, prometió combatir a las
tropas ocupantes norteamericanas e instó a otras fuerzas a hacer lo
mismo.
En una comparecencia radial difundida por el canal Al-Arabiya, la
primera desde la caída de Hussein, Al Douri criticó el
enfrentamiento entre sunitas de la red Al-Qaeda en Iraq y a las
milicias del Ejército Mahdi leales al clérigo chiita Muqtada al-Sadr.
El ex comandante militar exhortó a ambos bandos a enfrentar y
expulsar a los ocupantes extranjeros, y en un mensaje dirigido al
presidente estadounidense, George W. Bush, advirtió que el pueblo
iraquí le combatirá hasta el día del juicio final.
Las fuerzas norteamericanas han buscado infructuosamente a Al-Douri
y ofrecieron 10 millones de dólares de recompensa por información
que conduzca a su captura.