Ángel Iñigo Blanco y los más de 400 animales nacidos de la roca
en el Zoológico de Piedra de Yateras celebran desde hoy tres décadas
de existencia en el Alto de Boquerón, paraje serrano de Guantánamo.
Jorge Núñez, presidente de la Unión de Artistas y Escritores de
Cuba (UNEAC) en esta provincia, anunció a la AIN un coloquio sobre
la singular obra, ocasión en que se dará una mirada profunda al
Guantánamo actual, su gente, raíces y cultura.
Las celebraciones transcurrirán hasta el 19 de julio e incluyen
paneles teóricos sobre el Autor y su Obra y la reinstalación de las
esculturas El Chivo, en el folclórico barrio Loma del Chivo, y El
Trovador, en la avenida Camilo Cienfuegos, ambas en esta ciudad.
El programa incluye el panel Plaza de la Revolución Mariana
Grajales, paradigma de la integración estética, con José Villa y
Rómulo Fernández, autores de la obra y su conjunto monumentario, así
como la presentación de documentales sobre el parque y su creador.
El sui géneris Zoo nació en 1977 de las manos de Iñigo Blanco,
campesino devenido escultor primitivo, quien con rudimentarios
instrumentos (hacha, cincel y martillo) transformó las inertes moles
calizas en animales de la fauna mundial, un día vistos en los libros
En el original parque, considerado único de su tipo en el mundo,
el escultor impregna realismo a la existencia de grandes boas,
gorilas, elefantes, lobos. con los cuales recrea la acción
depredadora en perfecta inclusión en el amazónico paisaje de grandes
árboles y floresta tropical.
Distante unos 20 kilómetros al nordeste de la ciudad capital más
oriental de Cuba se encuentra este parque, recorrido por miles de
visitantes cubanos y extranjeros.
Se debe también en parte a la labor de Ángel Ínigo Pérez, hijo
del artífice principal de esa jungla pétrea.