El presidente boliviano, Evo
Morales, afirmó hoy aquí que después del 10 de agosto, cuando el
pueblo decidirá con su voto qué autoridades permanecerán sus
funciones, se consolidará la nueva Constitución Política del Estado.
En un multitudinario acto en la céntrica Plaza Murillo para la
entrega de ambulancias y equipos de perforación a cooperativas
mineras, Morales adelantó que de ser ratificado en esa consulta, el
próximo año trabajará para que en las urnas el soberano también
apruebe la ley de leyes.
Morales explicó que el texto constitucional, aprobado en Oruro en
diciembre pasado, debe tener el respaldo de los bolivianos, proceso
interrumpido por los obstáculos de la oligarquía, que teme perder
sus privilegios.
Asimismo explicó que la nueva carta magna reconoce las autonomías
departamentales, pero con carácter solidario para unir más al país y
no para fragmentarlo.
"Somos antineoliberales, anticoloniales y antimperialistas",
remarcó, y adelantó que ese será el espíritu de las actuales y
futuras políticas públicas, que cada vez reciben mayor respaldo por
parte de sectores sociales.
Según Morales, esos principios representan el legado de la lucha
de los movimientos sociales, de líderes indígenas y campesinos, de
militares e intelectuales ilustres que consagraron su vida a la
causa de la independencia.
En otra parte de su discurso, el dignatario destacó que la
recuperación por el Estado de servicios como las comunicaciones, el
agua o la energía, se corresponde con la estrategia de reconocerlos
como derechos humanos elementales que jamás serán privatizados.
También agradeció la cooperación incondicional de países como
Venezuela con el desarrollo de la minería boliviana en los
diferentes departamentos.