La administración del presidente George
W. Bush ignoró advertencias sobre la probable inocencia de al menos
un tercio de los prisioneros llevados a la base naval de Guantánamo,
señala hoy el diario The Washington Post.
Según el rotativo, un analista de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) alertó en 2002 a la Casa Blanca en torno al
encarcelamiento por error de esos individuos, confinados bajo el
calificativo de combatientes enemigos.
El experto llegó a tal conclusión luego de intercambiar con
algunos de los encerrados en el controvertido enclave, donde tenía
la misión de ayudar al Pentágono en la búsqueda de información,
comenta el periodista Joby Warrick.
De acuerdo con la fuente, el funcionario sugirió la revisión de
los casos de una parte de los trasladados a la base de Guantánamo,
territorio ocupado por Estados Unidos contra la voluntad del
gobierno y pueblo cubanos.
Sin embargo, el gobierno desestimó el criterio porque desafiaba
su política respecto a los supuestos terroristas, a quienes el
entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, llamó lo peor de lo
peor, agrega el reportero del Post.
Warrick apunta que el analista comunicó su opinión al en aquel
momento máximo jefe militar de la instalación, general Michael
Dunlavey, quien estuvo conforme, e incluso -precisa- sugirió la
posibilidad de una cifra mayor de inocentes allí recluidos.
El reporte emitido por el analista de la CIA aparece en el libro
de Jane Mayer "El lado oscuro", cuyo lanzamiento esta previsto para
la próxima semana, añade el articulista.
Dicho texto -explica Warrick- es una recopilación de elementos
para denunciar el espionaje doméstico y las torturas impulsadas por
la Casa Blanca en su llamada cruzada antiterrorista, desatada a raíz
de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Hace una semana el propio diario capitalino advirtió que Estados
Unidos estudia la suerte de casi 270 prisioneros que permanecen en
dicha base.