LA PAZ, 11 de julio (PL).— El ministro de la presidencia de Bolivia,
Juan Ramón Quintana, afirmó hoy aquí que tras el referendo
revocatorio de mandato del 10 de agosto, el país edificará un nuevo
Estado, con bases sólidas en el proyecto de Constitución Política.
En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, Quintana explicó que
la consulta en la que el pueblo decidirá con su voto si se quedan o
se van las principales autoridades del país, será medular para el
actual proceso de cambios.
Según Quintana, después de ese sondeo, el ejecutivo persistirá en
la transformación de las ruinas que heredó el 22 de enero de 2006 y
la estrategia de convertir la nación en un Estado digno, con
políticas ejercidas de manera soberana.
Para cumplir esa meta, precisó, contamos con el liderazgo
indiscutible del presidente Evo Morales y los resultados palpables
de la gestión gubernamental que pone en primer lugar al ciudadano.
Con su voto, los bolivianos evaluarán los avances y nuevos
desafíos tras dos años de administración, aclaró.
Podemos afirmar, agregó, que de enero de 2006 a la fecha, Bolivia
ha dejado de ser ese país inviable, inestable, ingobernable, la
nación corrupta, por lo tanto conflictiva.
En breve tiempo, ahora somos respetados por cada vez un número
creciente de la comunidad internacional, señaló.
Esa situación se debe a la defensa intransigente e insobornable
de la soberanía estatal, de la recuperación de los recursos
naturales, del mensaje del presidente Morales con respecto a la
convivencia armónica entre el hombre y la naturaleza.
Hoy también se puede hablar con orgullo de una transformación
verdadera de la economía, acotó.
En ese sentido, mencionó los resultados de la nacionalización de
los hidrocarburos, la recuperación de trasnacionales, la disminución
de la tasa de desempleo, o el crecimiento de reservas
internacionales, actualmente en el orden de los siete mil millones
de dólares.
De igual manera, se aprecia una mayor confianza de los ciudadanos
en el sistema financiero y por lo tanto mayor cantidad de depósitos
bancarios, agregó.
Quintana destacó además avances en programas sociales en esferas
como la educación y la salud, que cuentan con el apoyo incondicional
de naciones hermanas como Cuba y Venezuela.
Los ciudadanos que asistan a las urnas el próximo 10 de agosto
deberán apreciar además la trascendencia de impulsar proyectos
productivos que garanticen, por ejemplo, la seguridad alimentaria,
en momentos de crisis en todo el planeta.
Toda esa Revolución democrática y cultural, como le hemos
llamado, aclaró, tiene lugar en medio de ataques de una oposición
desesperada y sin un proyecto alternativo.
Pese a sus amenazas y actos ilegales, manifestó, esperamos
después del 10 de agosto recuperar una agenda de trabajo con las
regiones, en beneficio de su desarrollo integral.
Además, vamos a retomar el tema de las autonomías, agregó, pero
las constitucionales y colocar ese debate en el marco de la nueva
Carta Magna, que deberá ser refrendada también en las urnas, quizás
el próximo año, adelantó Quintana.