La señal televisiva de Cuba voló a la inversa el 12 de julio de
1993, cuando trasmitió, desde las montañas de la Sierra Maestra
hacia la capital de la Isla, las primeras imágenes del proyecto
comunitario Televisión Serrana.
Desde el 15 de enero de ese año, un grupo de realizadores
indagaba cámara al hombro sobre la vida y los sueños de los
pobladores de la zona, donde antes de 1959 solo llegó la
radioemisora del Ejército Rebelde alzado en sus lomas.
Al principio la gente allí nos veía como locos cuando llegábamos
peludos, llenos de cámaras y aparatos, pero al proyectarles imágenes
que no llegaban de lejos, sino que hablaban de ellos mismos y los
animamos a discutirlas, todo cambió; comenta a la AIN Daniel Diez,
fundador del proyecto.
Diez empezó a investigar y filmar en las montañas desde 1986,
hasta que la iniciativa fructificó con el apoyo de la Asociación
Nacional de Agricultores Pequeños, el Instituto Cubano de Radio y
Televisión y la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura.
La televisora se asentó desde entonces en la comunidad granmense
de San Pablo de Yao, la cual -a través de talleres sobre realización
audiovisual- ha aportado varios de sus multipremiados creadores.
Nosotros creemos que, si se deja al olvido un pedazo de la
cultura del país, también se afecta la identidad nacional, por lo
que nos propusimos crear y aportarle a la televisión, la existencia
de estas personas, comentó Diez.
A 51 años de inaugurarse en La Habana la primera televisora en
colores de Latinoamérica, hasta este centro comunitario llegan
realizadores de todo el país, organizados en grupos de creación,
quiénes aportan -con imágenes desde una pequeña comunidad- a la
diversidad cultural cubana.