Para
alguien que por su inquieta laboriosidad podría inscribirse en esa
categoría que llaman en el argot deportivo "pesos pesados", la
décima es un género privilegiado porque la valora como fenómeno
cubano integrante de la identidad nacional de este pueblo.
Por estas virtudes, y su amor por la cubanía le fue dedicada,
junto a Inocente Iznaga (El Jilguero de Cienfuegos) la recién
finalizada XLI Jornada Cucalambeana, la mayor fiesta de la música
campesina en la Isla.
En uno de esos pocos momentos de descanso en que disfruta de las
sombras y las luces del hermoso patio interior del Instituto de
Literatura y Lingüística de Cuba, logré atraparlo para que me
hablara un tanto de esas experiencias suyas por los caminos del
lenguaje y la literatura. Allí, en el amplio salón de actos se
sintió cómodo para el intercambio.
El poeta, ensayista, crítico, traductor e investigador literario,
amable y sonriente prefirió traer a primer plano la décima: "Hasta
el día de hoy la décima tiene una vigencia en el pueblo cubano
tremenda, tiene que ver con la identidad nacional, tiene que ver con
la historia de este país, tiene que ver con la idiosincrasia y el
modo de ser del cubano y ha servido para contar la historia".
"Es una estrofa que me interesa desde ese punto de vista, dice
entonces pero añade que también lo motiva desde el punto de vista
biográfico "porque nací en un pueblo de asentamiento canario,
Fomento, en la actual provincia de Sancti Spíritus y allí la décima
desde mi infancia la escuché con gran frecuencia. "Luego, de adulto,
tuve la alegría de tener como profesor a Adolfo Martí Fuentes, gran
amante de la décima, y me unió una amistad profunda con el Indio
Naborí, Jesús Orta Ruiz. Esas gentes me hicieron ver la poesía no
solo como creación poética, sino también como indagación
filológica".
Virgilio López Lemus nació en 1946. Es Doctor en Ciencias
Filológicas y Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas, en la
Universidad de La Habana donde es Profesor Adjunto de la Facultad de
Artes y Letras. En la actualidad trabaja como Investigador Literario
Titular en el Instituto de Literatura y Lingüística de Cuba. En su
vasta trayectoria se anota, además, el haber ejercido por más de
diez años como editor de Teoría y Crítica Literarias en la Editorial
Letras Cubanas y como profesor en varios centros docentes.
Al recordar su terruño cuenta una anécdota "conmovedora": "Al año
siguiente de la muerte de mi padre que era un espirituano, la
provincia de Sancti Spíritus me hizo Hijo Ilustre. Ese fue el más
hermoso reconocimiento que me puedan dar jamás, ser Hijo Ilustre de
la provincia donde nací y además donde nació mi padre. Fue algo
hermosísimo, lo recibí con un afecto y un cariño extraordinario".
De hecho considera estar ahora en un una etapa importante en su
vida y en su carrera profesional y literaria. "Es un momento para mí
decisivo en cuanto a la reafirmación social que pueda tener. Uno no
escribe, por supuesto, para ser reconocido, sino por una necesidad
íntima, también necesidad social. Uno encuentra agujeros que quizás
pudiera llenar con el mayor o menor conocimiento que pueda acumular
en la vida. Igual existe el sentido profundo aquel de la creatividad
que lo impele, que te da el deseo constante de no parar nunca".
Por eso los tuneros y todos los presentes en la Cucalambeana
sintieron el agradecimiento de tener entre ellos a este escritor de
buena voluntad, quien declaró al espacio local Tiempo 21, de radio
Victoria, que la décima es un fenómeno no solo popular, sino de la
cultura cubana, pues ha sido escrita por poetas populares pero
también por los llamados cultos. "Ha ido evolucionando a través de
los tiempos, y en Cuba es un fenómeno asociado al propio desarrollo
de la sociedad, y ha representado al campesinado, pero también a los
decimistas que vivieron o viven en las ciudades".
Lo popular llevado a lo culto. Por ahí marchan las esencias de la
décima para Virgilio López Lemus.