La cumbre del Grupo de los ocho
(G8) países más industrializados que se efectúa en Hokaido entra hoy
en su segundo día marcada por el desafío de buscar soluciones a las
crisis energética y alimentaria.
El encarecimiento de los precios del petróleo, los alimentos, la
escasez de los suministros básicos para la subsistencia son temas
principales a los que la reunión también debe encontrar cauce, según
analistas y jefes de gobierno.
Asimismo, el descalabro financiero global, los problemas
medioambientales y algunos conflictos como el de Irán marcan la
agenda de este encuentro que se celebrará hasta el miércoles.
La Organización de las Naciones Unidas y el Banco Mundial
llamaron el lunes a la comunidad internacional a actuar para aliviar
la situación de millones de personas en medio de la coyuntura
actual.
Manifestaciones antiglobalización ocurrieron desde el fin de
semana previo en las ciudades cercanas a la sede de la reunión en
protest contra este tipo de evento que incluye solo a los ricos.
Promesas como las del presidente de la Comisión Europea, José
Manuel Durao Barroso, de proponer a la Unión Europea crear un fondo
de mil 570 millones de dólares para luchar contra el hambre en
África, son comunes pero pocas veces llegan a término, alertaron los
analistas.
En esta ocasión, líderes africanos invitados, aprovecharon la
ocasión para presionar a los países desarrollados a que cumplan las
ofertas de ayuda al continente, recalcó la prensa local.
Al tiempo, centenares de personas de todo el mundo asisten a una
cumbre de los pobres en Mali, paralela a la de Japón y organizada
por los militantes antiglobalización.
Durante la inauguración este domingo, la Coalición de
Alternativas a la Deuda y el Desarrollo de este país denunció que
los gobiernos del G8 son los primeros responsables del calentamiento
climático y la crisis alimentaria internacional.