Menocal: pintor y mambí

VIRGINIA ALBERDI

Exquisitez en los detalles, retratos inolvidables en la pintura cubana, ejercicio virtuoso del magisterio, mambí¼ Armando García Menocal es la síntesis de un artista indispensable en la cultura cubana, figura que trasciende por su obra y su vida.

Menocal fue también un hábil retratista.

Nacido en La Habana hace 140 años, el 8 de julio de 1868, de familia acomodada, cursó estudios en la Academia de Artes San Alejandro en la que se graduó en 1880, a los diecisiete años. Tras egresar, viajó a España donde fue discípulo del pintor valenciano Francisco Jover y Casanova, y se relacionó con artistas e intelectuales, como el periodista conocido por Fray Candil y su colega Joaquín Sorolla.

Las características de sus obras le hacen ser reconocido por las personalidades de su época. El poeta Julián del Casal afirmó en la publicación habanera La Discusión: "Bajo el dominio de su pincel, el raso espejea, la seda cruje, el encaje es más vaporoso, la flor ostenta invisibles matices y las piedras preciosas arrojan vivísimos fulgores. Lo mismo puede decirse de la figura humana. El rostro conserva su color; la pupila, su mirada; la frente sus pliegues; y la fisonomía, su expresión".

El joven pintor ocupó una plaza, a la muerte de Valentín Sanz Carta y se desempeñó de manera exitosa en la cátedra de Paisaje. Su taller en Puentes Grandes sirvió de escenario para el inicio de su incursión en el tema histórico. Allí pintó Reembarque de Colón por Bobadilla, obra que ocasionó una iracunda reacción entre las autoridades coloniales, pues presentaba al "Descubridor" encadenado.

Al estallar la Guerra de Independencia en 1895, abandonó la enseñanza y se integró a las filas del Ejército Libertador donde combatió bajo las órdenes del Generalísimo Máximo Gómez. Llevó al lienzo los rasgos épicos de algunas de las páginas de la contienda, como La batalla de Coliseo, La Invasión y La batalla y toma de Guáimaro.

Pero quizá su obra más conocida sea La muerte de Antonio Maceo, un óleo de gran formato realizado en 1908, que destaca por el tratamiento dramático de la composición.

Al concluir la guerra, se incorporó nuevamente a la enseñanza en San Alejandro, centro que dirigió en 1927. Obras suyas pueden apreciarse además de en el Museo Nacional de Bellas Artes, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana y en el Museo de la Revolución.

Por la importancia de su impronta académica y el reflejo de temas patrióticos, Menocal integra la colección de Reproducciones de Arte Cubano, que itinera desde el 2002 por todas las provincias del país.

 

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