La administración del presidente George W. Bush estudia varias
opciones para definir la suerte de los casi 270 supuestos
terroristas confinados en la base naval de Guantánamo, asegura hoy
el diario The Washington Post.
Según el rotativo, en uno de los escenarios valorados, alrededor
de 80 prisioneros permanecerían en el enclave, para ser procesados
en las comisiones militares designadas por la Casa Blanca, la cual
otorgó a esos individuos el calificativo de combatientes enemigos.
Dicho proyecto prevé retornar a sus naciones de origen a 65 de
los encerrados en la instalación, que forma parte del territorio
ocupado por Estados Unidos contra la voluntad del gobierno y pueblo
cubanos.
El destino de los aproximadamente 120 ciudadanos restantes es un
misterio, advirtió el influyente rotativo, a partir de las
declaraciones obtenidas de funcionarios cercanos a las discusiones.
De acuerdo con el Post, las fuentes prefirieron el anonimato ante
la complejidad del tema.
Los más de un centenar de detenidos que quedarían en un limbo
jurídico constituyen el foco central de debates de la actual
administración, señala el periódico.
Bush y los jefes del Pentágono -precisa- descartan liberar a esas
personas por considerarlas demasiado peligrosas, sin embargo,
carecen de evidencia legal para someterlas a juicio.
La Corte Suprema estadounidense decidió el pasado 12 de junio
reconocer el derecho de los confinados en Guantánamo de apelar su
detención en tribunales civiles.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos y medios de
prensa saludaron el fallo del máximo órgano de justicia
norteamericano, y lo catalogaron de duro golpe para la Casa Blanca.