.— El cultivo de opio en
Afganistán creció el año pasado en 17 por ciento, lo cual mantuvo la
tendencia alcista experimentada bajo la ocupación estadounidense,
señaló un informe de la ONU citado hoy por la prensa.
De acuerdo con el Reporte Mundial sobre las Drogas,
correspondiente al 2008, el país centroasiático es por mucho el
principal suministrador global del estupefaciente extraído de la
planta adormidera (Papaver somníferum).
Afganistán aporta el 92 por ciento del opio producido en el
planeta, situación que constituye un revés para Estados Unidos,
aseguró el organismo internacional.
La invasión liderada por los norteamericanos -precisó- depuso en
2001 al gobierno afgano, y desde entones en la nación islámica se
disparó el cultivo y tráfico de narcóticos, entre ellos la heroína,
el opiáceo con mayor demanda en el mercado ilícito.
Con el referido incremento, la elaboración y trasiego de
estupefacientes crecieron por sexto año consecutivo en el territorio
centroasiático, aseguró el estudio divulgado la víspera por la
Oficina contra la Droga y el Delito, adscrita a Naciones Unidas.
Según el director ejecutivo de la referida dependencia, Antonio
Costa, el negocio del opio y sus derivados dejó en 2007 unos cuatro
mil millones de dólares de ganancia, lo cual representa -precisó- la
mitad de todo el dinero ingresado por Afganistán en esos 12 meses.
Los volúmenes de narcóticos son tan elevados que la oferta supera
la demanda, incluso este año pudieran existir unas tres mil
toneladas adicionales, respecto a etapas anteriores, lamentó Costa,
citado por el diario The Washington Post.
La administración del presidente George W. Bush admitió la
existencia del fenómeno, aunque eludió responsabilidades.
En Afganistán, la amenaza de las drogas alcanza niveles
inaceptables, y en ese sentido bebe haber un mayor compromiso de
Kabul y de la comunidad internacional, esgrimió la vocera del buró
de narcóticos del Departamento de Estado Susan Pittman.