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El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Jean Ping,
demandó hoy voluntad política y soluciones colectivas a nivel
continental y mundial para encarar las crisis alimentaria y de los
combustibles.
Ping alertó en la apertura del segmento ministerial de la XI
cumbre de la UA que el mundo encara una alarmante subida de precios
de los productos alimenticios básicos, y necesita acciones conjuntas
para revertir esa situación.
Los precios de los principales alimentos aumentaron en casi el 50
por ciento entre 2007 y 2008, y ello tiene un efecto particularmente
negativo sobre los países africanos importadores netos, indicó.
Citó como principales causas de esa alza el descenso espectacular
de la producción mundial de cereales en los últimos años, el muy
débil nivel de las reservas, y la correlación estrecha entre los
precios del petróleo y los de los alimentos.
Advirtió que un gran número de países africanos importadores de
crudo no podrán hacer frente a la subida de los precios, si no se
adoptan medidas valientes y rigurosas, a tiempo y de forma
colectiva.
Para solucionar el problema, destacó Ping, la Comisión de la UA
con la ayuda de la comunidad internacional concibió medidas a largo,
mediano y corto plazos, y en este último refirió la necesidad de
aumentar las intervenciones y la ayuda humanitaria de urgencia.
Asimismo, propuso levantar las barreras impuestas a las
exportaciones agrícolas de los países en vías de desarrollo, y el
lanzamiento de programas alimentarios de impacto rápido en esferas
clave como las semillas, los fertilizantes y los créditos.
También consideró necesario promover la inversión en la
protección social y para aumentar la productividad y la producción
agrícolas.
La estrategia global a largo plazo debe llevar a poner en
práctica el programa de desarrollo agrícola de África, en particular
el Mercado Común Africano para los productos alimenticios, y las
Iniciativas Panafricana de Política Inmobiliaria y de Nutrición,
entre otras.
Recordó que en la reciente conferencia de la Organización de la
ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en Roma, sobre
cambio climático y la bioenergia, se prometió destinar más de 10 mil
millones de dólares para promover el desarrollo agrícola y reducir
el hambre.
Para la UA, apuntó Ping, si esos fondos son bien utilizados,
pueden beneficiar a los países más duramente afectados por la
crisis, pues les permitirá cultivar suficiente para su autoconsumo e
invertir en la agricultura y la investigación.