La difícil situación de la seguridad de las tropas fue el elemento esgrimido por Jung para adoptar la decisión, sometida a análisis para posterior aprobación parlamentaria.

Según un comunicado emitido en Berlín por el titular, el refuerzo también permitirá mayor flexibilidad para cumplir con sus tareas como parte de la llamada Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), comandada por la OTAN.

Los militares adicionales integrarán una reserva de respuesta rápida para hacer frente a previsibles contingencias, precisa la nota.

Con el nuevo envío, la Defensa germana responde a una recomendación del inspector general de las fuerzas armadas alemanas, Wolfgang Schneiderhan, quien urgió el aumento para cumplir sus tareas y garantizar la protección de las tropas.

Alemania recibió con anterioridad presión de Estados Unidos para que trasladara parte de su contingente al sur afgano, donde es mayor la oposición de la resistencia, lo cual fue rechazado por la coalición gubernamental germana.

Berlín acordó ampliar su presencia bélica pero sin atender a la reclamación de Washington. Sus uniformados se mantendrán en Kabul y en el norte del país, agredido por fuerzas estadounidenses en 2001.

Nuestros planes en Afganistán respecto a la posición geográfica ocupada se mantendrán inalterables, sostuvo Jung.