El "San Juan" regresó hoy con sus casi 300 años de existencia a
Camagüey, donde ha devenido uno de los más antiguos y pintorescos
carnavales de Cuba.
La nueva edición de la cita estalló con un repique de tambores y
cencerros frente al otrora Ayuntamiento, sede de la Asamblea
Municipal del Poder Popular, inmueble con mayor tiempo dedicado en
la Isla a funciones gubernamentales, allí iniciadas en el siglo
XVIII.
Inaugurado desde los balcones de la edificación, el jolgorio
comenzó con una tradición vigente desde hace más de 170 años, la
lectura del bando, documento normativo de unos festejos señalados
hasta el domingo.
Una muchedumbre salpicada de congas, comparsas y disfrazados
desfiló ante el edificio, en la reanudación de un jolgorio nacido de
la convergencia de una celebración llegada desde España —el Día de
San Juan—, y de las ferias ganaderas de antaño en la localidad.
Este martes, además, en cenas promovidas por los CDR en las
cuadras el pueblo preparará y consumirá el ajiaco, emblema
gastronómico sanjuanero.
Los paseos centrales de carrozas, congas, comparsas, disfrazados
y vehículos engalanados se realizarán mañana, el jueves y el sábado,
jornada en al cual habrá además uno matutino a cargo de niños y
adolescentes.
Amenizarán los bailables agrupaciones como las camagüeyanas
Maravilla de Florida, Ritmo Moderno y Lágrimas Negras y, entre otras
invitadas, las dirigidas por Manolito Simonet, Elito Revé y Pachito
Alonso.
El programa abarca más de 40 áreas, incluidas calles, plazas,
centros de recreación nocturna y círculos sociales.
La fiesta tendrá su clausura oficial con el denominado entierro
de san Pedro, espectáculo con el cual, entre risas y llantos
fingidos, los camagüeyanos despiden al San Juan.