La constitución hasta la fecha de 255 fincas forestales y el
avance en el índice de forestación, son logros que los trabajadores
de ese sector en la provincia de Las Tunas dedican este sábado a
saludar su día.
Los tuneros ocuparon el primer lugar en el último chequeo
nacional de lo realizado en la organización de las fincas silvícolas,
que comenzaron a fomentarse en toda Cuba a mediados de los años 90
del pasado siglo.
Durante el último año, este territorio, a unos 670 kilómetros al
este de La Habana, registró una cifra rócord en la creación de estas
entidades, al poner en funcionamiento 34, y se trabaja para
finalizar el 2008 con otras 20.
Las fincas se constituyen, generalmente, en áreas improductivas o
infestadas por el marabú, en las cuales se establece un finquero a
quien el Estado le construye una vivienda y le entrega otros
recursos para que, junto a su familia, fomente y atienda
adecuadamente una plantación de árboles.
Este sistema de trabajo ha sido esencial para elevar el
patrimonio forestal de la Isla, que ya alcanza el 25 por ciento de
su superficie total, además de incrementar la crianza de animales
mediante el silvopastoreo y asegurar mejores condiciones de vida a
los trabajadores de esta rama agrícola.
Como saludo al 21 de junio, "Día del Trabajador Forestal", en los
ocho municipios de Las Tunas se desarrolló también una jornada
productiva de impulso a la siembra de árboles maderables, en
especial cedro, caoba, baría, teca, roble y otras especies
preciosas.
La tarea resulta esencial para que la provincia eleve su índice
de forestación, que es uno de los más bajos del país, lo cual incide
en que el territorio sea el de menor promedio histórico de lluvias.
El cumplimiento de los planes de siembra en los últimos años
posibilitó a los tuneros avanzar en ese indicador, que alcanza ya
cerca de un 14 por ciento, de apenas 12 que tenía hace una década