Ulises Guilarte De Nacimiento, primer secretario del Partido
Comunista de Cuba en La Habana, recalcó la importancia de establecer
contratos efectivos entre la Agricultura y la Industria Alimentaria,
para evitar importaciones de materias primas.
Su orientación tuvo lugar al conocer en la fábrica de conservas
de tomate y vegetales de Batabanó, perteneciente a la Empresa Doña
Delicias, que para cumplir los planes de sus variados surtidos,
emplean unas 300 toneladas de pulpa de tomate importada y también de
frutas, usadas en las compotas de los niños.
Dijo que la Agricultura habanera no ha sido capaz de entregar a
la industria los suministros necesarios, y ese es un problema de
falta de coordinación entre ambos organismos, el cual deben resolver
cuanto antes.
La nueva inversión realizada en la planta asciende a 600 000
dólares y, entre otros objetos de obra, tiene una línea que puede
envasar con el sistema de bolsas plásticas —18 centavos de dólar más
baratas que las latas—, tres toneladas de tomate, compotas y otros
renglones, en ocho horas de labor.
Si trabaja con eficiencia, calidad, control, realiza siembras
escalonadas, y bajo un contrato que funcione y deba cumplirse con
obligatoriedad, la Agricultura puede satisfacer las necesidades de
la industria, ese es un reto, subrayó Guilarte De Nacimiento.
El dirigente partidista intercambió con técnicos, directivos y
trabajadores de la fábrica, inaugurada por el Che en 1962.
Supo por Argelio Cruz Álvarez, su director, que se edificó en
Batabanó porque este municipio cosechaba todo el tomate que
necesitaban.
En el periodo especial comenzó a decaer la producción, la cual se
ha ido recuperando, pero con empleo de pulpa de tomate foránea que
cuesta 920 dólares la tonelada. (AIN)