Con un mayor uso de abonos verdes junto a la atención de nueve
mil 600 hectáreas para la conservación de los suelos, este año, se
celebra hoy en Villa Clara el Día Mundial contra la desertificación
y la sequía.
Un buen trabajo en el Plan Turquino de la provincia contribuye
para que la conmemoración central de la efeméride se desarrolle en
el municipio de Manicaragua, asiento del macizo de Guhamuaya, donde
se incrementan las acciones de cuidado y mejoramiento de la
superficie.
Alexander Santos, especialista del Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), dijo a la AIN que con el
objetivo de lograr el desarrollo sostenible de un recurso natural
tan importante se adoptan medidas que incluye el muestreo de la
calidad del agua utilizada en el riego.
La labor materializada en el territorio villaclareño para
disminuir los daños forestales por incendio durante el año último,
redujo en más de 800 hectáreas el espacio dañado en comparación con
el período precedente.
Sobresale la atención a las 14 cuencas hidrográficas, en especial
Hanabanilla y Zaza, ambas de interés nacional y la Sagua la Grande,
que abarca cinco municipios, ecosistemas todos donde inciden los
problemas relacionados con el inadecuado uso, manejo y explotación
de la superficie.
La desertificación resulta de la degradación en suelos de zonas
áridas, semiáridas y subhúmedas secas, gradual perdida de
productividad y adelgazamiento de la cubierta vegetativa por efecto
del hombre y variaciones climáticas.
Cerca de un tercio de la superficie del planeta está amenazada
por este proceso y hasta el 2025, la disminución de las tierras
roturables pone en peligro la subsistencia de unos mil millones de
personas.