.— Funcionarios del Pentágono
diseñaron el arsenal de torturas utilizado en la cárcel de
Guantánamo, lo cual desmiente versiones que atribuían tal
responsabilidad a militares de dicho enclave, reveló una pesquisa
del Senado citada hoy por la prensa.
De acuerdo con las evidencias recopiladas, el waterboarding
(ahogamiento simulado de prisioneros) y otras técnicas violentas de
interrogación nacieron en julio de 2002 en la oficina del entonces
secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
La búsqueda de esos métodos tuvo lugar allí, meses antes de las
supuestas solicitudes de permiso para aplicarlas en reos, emitidas
por comandantes desplegados en la base naval norteamericana,
concluyó el estudio divulgado por los diarios The Washington Post y
The New York Times.
En las investigaciones del Comité de Servicios Armados, partes de
las cuales pudieran hacerse públicas este martes, también apareció
que abogados castrenses mostraron preocupación por la ilegalidad de
semejantes prácticas, sin embargo -precisó- fueron ignorados por
Rumsfeld.
Según legisladores, los hallazgos desmintieron a altos cargos de
la Casa Blanca, quienes negaron el origen oficial de las torturas y
maltratos inflingidos a detenidos en la instalación guantanamera,
territorio ocupado por Estados Unidos contra la voluntad del
gobierno y pueblo cubanos.
Algunos individuos trataron de hacernos creer que los abusos
cometidos en esa cárcel fueron obra de algunas manzanas podridas que
actuaban por su cuenta, pero ahora sabemos mejor la verdad, aseguró
el senador demócrata Carl Levin, líder del referido comité
senatorial.
Funcionarios del gobierno de este país -sentenció Levin- idearon
esas técnicas agresivas, las manipularon a su antojo para darle
apariencia legal y luego autorizaron su ejecución.
El Post recordó que hombres como el ex consejero general del
Pentágono William Haynes dijeron en otras ocasiones al Senado que en
octubre de 2002 militares ubicados en Guantánamo pidieron a
Washington autorización para aplicar métodos violentos en
interrogatorios.
Haynes, quien renunció en febrero pasado, será uno de los
llamados a testificar en la audiencia del Comité de Servicios
Armados del Senado, prevista para hoy.