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Una huelga multitudinaria tiene lugar hoy en las principales
ciudades y regiones de Francia en desafío al programa de reformas
del gobierno, con acento especial en la semana laboral de 35 horas y
las pensiones para el retiro.
Los principales organizaciones sindicales del país iniciaron a
media mañana las marchas de protestas, con la esperanza de sumar a
cerca de un millón de trabajadores que rechazan el engaño de la
administración de Nicolás Sarkozy.
Bernard Thibault y Francois Chéréque, líderes de las
Confederaciones Generales de Trabajadores de Francia (CGT y CFDT),
afirmaron que más de 700 mil personas se sumaron al paro de 24
horas.
Es una farsa lo que plantea el gobierno, que en el fondo quiere
minar una de las conquistas sociales más apreciadas por todos, la
jornada semanal de 35 horas. Tampoco aceptamos la extensión de un
año de las cotizaciones para la jubilación, dijeron.
De acuerdo con la filosofía del presidente Sarkozy, la única
posibilidad de oxigenar la economía gala es privilegiando las horas
extras de trabajo, de un modo tan estimulante que los sindicatos
señalan como una suerte de sabotaje a las 35 horas.
Sarkozy culpa a la semana de 35 horas, introducida hace 10 años
cuando los socialistas estaban en el poder, de la fragilidad del
crecimiento y otros problemas económicos, aunque no plantea por
ahora su eliminación.
La estrategia del gobierno es tratar de flexibilizar la ley,
tratar de darle la vuelta de alguna manera, en lugar de arriesgar un
choque directo por un tema tan simbólico, consideró un experto
consultado.
En tal sentido, el ministro del Trabajo, Xavier Bertrand,
presentará un nuevo proyecto ante el Gabinete, que abriría el camino
para negociaciones a nivel de empresas respecto al número máximo de
horas extras y su compensación.
Junto con las marchas de este martes, continuaron las fuertes
protestas frente al alza de los precios del combustible, con
taxistas, camioneros y conductores de ambulancias a la cabeza de las
manifestaciones.
La gasolina super especial se cotiza hoy a 1,50 euros el litro,
lo cual atizó aún más las protestas, sobre todo de los taxistas que
mantienen bloqueos en el tráfico hacia los aeropuertos Roissy
Charles de Gaulle y Orly de París.
Unas 43 ciudades francesas son afectadas por las dos acciones
sindicales.