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La muerte de un soldado estadounidense causada por una explosión
colocó en cuatro mil 101 la cifra de esas bajas en Iraq desde el
inicio de la guerra en 2003, informó hoy el Comando Central.
Según un escueto mensaje de esa jefatura, el militar pereció la
víspera como consecuencia de la detonación de una bomba de
confección artesanal cerca de la ciudad de Hillah, a un centenar de
kilómetros al sur de esta capital.
En lo que va de año Estados Unidos perdió a 196 soldados,
mayormente por ataques de la resistencia.
Durante este mes sus bajas mortales ascienden a 17, según el
portal digital icasualties.org, que se basa en datos reconocidos por
el Departamento de Defensa y el Comando Central.
También las tropas enviadas por Washington a este país árabe
reportaron más de 30 mil casos de soldados heridos, muchos con
mutilaciones y otros padecimientos irreversibles.
Conforme con las estadísticas de pérdidas admitidas por las
autoridades estadounidenses, muchos de los lesionados no se
reincorporaron a filas debido a la gravedad de las secuelas dejadas
por la guerra.
Este año 983 soldados estadounidenses no se reincorporaron de
inmediato (antes de las 72 horas) al teatro de operaciones iraquí
luego de recibir las heridas.
Se desconoce si muchos de los evacuados sobrevivieron al daño
causado y a los tratamientos médicos, cuya calidad los pacientes
critican.
Por otra parte, icasualties.org, recuerda que hay tres militares
que servían a las fuerzas de Washington desaparecidos en Iraq
-capturados por los insurgentes-, uno desde octubre de 2006 y dos a
partir del 12 de mayo de 2007.