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Cuba recalcó hoy aquí que la crisis alimentaria mundial es
injustificable en un mundo capaz de satisfacer la demanda de toda la
humanidad y reiteró que obedece a la inequidad del orden económico
internacional.
El embajador cubano ante la ONU y los organismos internacionales
en Ginebra, Juan Antonio Fernández, recordó que actualmente se
escucha con pasividad el hecho de que más de 850 millones de
personas sufren hambre cada día en el orbe.
Durante una intervención en el foro Norte-Sur, Fernández remarcó
que el hambre desapareció de la conciencia de mucha gente y fue
reemplazado por el terrorismo y el cambio climático, hasta que
sobrevino la crisis de los precios de los alimentos.
El diálogo Norte-Sur dentro del Consejo de Derechos Humanos (CDH)
de Naciones Unidas se concentró hoy en las relaciones entre la
seguridad alimentaria, energética, y el cambio climático, en un
encuentro auspiciado por el Centro Sur y la embajada de Indonesia.
Fernández tomó como referencia la Cumbre de los No Alineados de
La Habana-2006, donde el movimiento se planteó una estrategia en
favor de la paz y la prosperidad mundial, dentro de un orden
internacional justo y equilibrado.
Asimismo, comentó que en fecha reciente el CDH debatió el
problema del hambre y fue invitado el Relator Especial para el
Derecho a la Alimentación a la Cumbre efectuada en Roma bajo la
organización de la FAO.
Los donativos, como se sabe, no son la solución al problema y
desafortunadamente la cita de Roma de la agencia de ONU para la
Agricultura y la Alimentación (FAO) no condujo a los mejores
resultados y terminó con un consenso muy frágil, opinó.
El diplomático resaltó la trascendencia de mantener el asunto
como una de las prioridades del CDH y, al mismo tiempo, reconoció
que en esta dura y difícil batalla, al menos se logró colocar la
hambruna en la agenda de los dignatarios del mundo.