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Para K.R.D.C. Rathnamudali, hoy director nacional de Educación
Física de Sri Lanka, haber estudiado en Cuba lo hizo no sólo un
profesional con una alta calificación, sino también un hombre
integral en la vida.
Rathnamudali es uno de los primeros jóvenes srilankeses que en la
década del 80 del pasado siglo llegaron a Cuba como pioneros entre
los estudiantes de esta nación del Océano Índico que a lo largo de
los años han cursado estudios de forma gratuita en instituciones
cubanas.
En perfecto español, incluso matizado con giros y frases
coloquiales de la jerga cubana, el dirigente deportivo srilankés
conversó con Prensa Latina sobre cuánto le ha servido en la vida
todo lo que aprendí en Cuba.
A la amena conversación en el Instituto de la Fundación Sri
Lanka, en Colombo, se sumaron los doctores Anil D. Liyanage y
Mohammed Fairooz, más el ingeniero Nuwan Kumarasinghe, todos también
graduados en Cuba y hoy reconocidos profesionales en su país.
En Sri Lanka hoy laboran unos 70 profesionales graduados en Cuba
en los últimos 20 años en diversas profesiones técnicas, y hay otros
estudiando actualmente.
Fairooz, quien es musulmán, destacó que quienes lo atendieron en
la Isla como a otros de su mismo credo, tuvieron la deferencia
incluso de prepararles comidas que su religión les permite comer. Y
sobre todo nos respetaron nuestras costumbres y hábitos.
En ningún momento, se nos limitó en la práctica de nuestras
religiones; ni a musulmanes, ni a los devotos de otros credos,
aseguró.
Coinciden los cuatro en que sus estudios en Cuba los hicieron
hombres integrales, y nos dieron la oportunidad de compartir y
conocer otras culturas, al compartir con jóvenes de otros países.
Sobre todo nos enseñaron a conocer la nobleza de la profesión
médica, que es la de curar primero por encima de la ganancia
monetaria, señaló por su parte el doctor Liyanage.
El especialista, quien es jefe del Departamento de Producción de
Vacunas y Control de la Calidad en el Instituto de Investigaciones
Médicas de Sri Lanka, recalcó que no sólo los prepararon
profesionalmente, sino también moralmente.
Kumarasinghe, ingeniero jefe del Departamento de Electrónica del
Instituto de Meteorología de Sri Lanka, comentó que quien estudia en
una institución cubana puede trabajar en cualquier parte del mundo
por la calidad de la preparación.
El entusiasta doctor Fairooz, quien afirma no poder olvidar la
central ciudad cubana de Santa Clara donde estudió medicina, resumió
que nacimos en Sri Lanka, pero hoy nos sentimos también cubanos.