¿Quién le metió el “Macho” al candidato McCain?
JEAN-GUY ALLARD
C uando se apareció una primera
vez como presentador en un evento convocado por el candidato
presidencial, muchos pensaron que era un disparate de los asesores
del aspirante a sucesor de George W. Bush.
Roberto
“Macho” Martín Pérez, uno de los más repugnantes vestigios de la
dictadura de Fulgencio Batista se abraza a John McCain.
Sin embargo, cuando se lo oye predicando en un spot radiofónico
concebido por la campaña del mismo candidato, se esfuma la duda: al
aceptar exhibirse al lado del cabecilla terrorista Roberto "Macho"
Martín Pérez, uno de los más repugnantes vestigios de la dictadura
de Fulgencio Batista, John McCain se casó —a lo mejor sin darse
cuenta— con el reducido núcleo de histéricos que, medio siglo
después del derrumbe de este régimen gansteril, se obstina en
dominar la ciudad estadounidense de Miami por el terror.
En el show montado por los despistados estrategas republicanos
que así enseñan un poco más su falta de comprensión sobre la
comunidad hispana, Roberto Martín Pérez es presentado como un
inofensivo preso político, injustamente encarcelado durante años por
el "régimen de Castro", mientras intentaba "liberar" a la Isla. La
realidad es bien distinta.
Roberto Martín Pérez Rodríguez, nacido el 11 de agosto de 1934,
es hijo de un alto oficial de la policía de Batista cuyo solo nombre
recuerda, para la mayoría de los cubanos incluso los de Miami,
escenas de la más salvaje represión en la Cuba de los años
cincuenta: el teniente coronel Lutgardo Martín Pérez, jefe de la
Brigada Motorizada, cuya fama alcanza el nivel de los más odiados
asesinos y torturadores del batistato, tales como Pilar García,
Esteban Ventura, Orlando Piedra, Mariano Faget, Manuel Ugalde
Carrillo, Francisco Tabernilla y Rolando Masferrer, su mentor.
Del padre del promotor de la candidatura McCain, se decía en una
edición de enero de la revista Bohemia, en una sección titulada
Galería de Asesinos, al pie de una foto del policía que: "Lutgardo
Martín Pérez tiene físicamente el tipo de matón a sueldo. Y lo es
también de sentimientos. Comenzó su carrera al lado de otro criminal
de guerra, Rolando Masferrer. Así se ganó los ascensos, desde
sargento que era hasta ostentar las estrellas de teniente coronel
que, como las de Ventura, chorreaban sangre de inocentes. Hombre
vasto, sin preparación ni cultura, no entendía más idioma que el de
la fuerza".
Se dice que hasta los últimos días de su vida, Esteban Ventura,
monstruo entre los monstruos, también asilado en Miami, mantuvo una
estrecha relación con Lutgardo Martín Pérez, una de las pocas
personas en la cual tenía total confianza.
Tremenda referencia para este personaje que hoy se pretende
defensor de los derechos humanos al lado de McCain: se cuenta que de
adolescente iba a apoyar a su papá en los sótanos de un bunker de la
policía, dando golpes a los presos que sobrevivían a su
interrogatorio.
De hecho, de muy joven, "Macho" Martín se sumó a la policía de
Batista y, a fuerza de maltratos a los presos en los últimos meses
del sanguinario régimen, obtuvo el rango de sargento por sus
singulares méritos.
TAN BATISTIANOS, QUE SE FUERON CON BATISTA
Tan cerca de Batista se encontraban el padre y el hijo que, el
Primero de Enero del año 1959, en lugar de huir hacia Miami,
siguieron al dictador a su refugio de República Dominicana.
Ahí, serán pronto seleccionados por oficiales del tirano Rafael
Leónidas Trujillo para organizar un intento de implantar en Cuba un
primer foco contrarrevolucionario armado, a unos meses del arrasador
triunfo de las tropas de Fidel.
Un avión repleto de armas y fanáticos de Batista —entre los
cuales estaba el "Macho"—, aterrizó clandestinamente, el 13 de
agosto de 1959, en una pista aislada del aeropuerto de la ciudad de
Trinidad.
Informados de antemano de la operación, los combatientes de la
Revolución, encabezados por Fidel, esperaban bajo las matas de mango
a los "libertadores" que terminaron todos ante los tribunales.
El "Macho" recibió una sentencia de 30 años, tanto por su pasado
de esbirro destacado como por su participación en este complot
trujillista. Liberado el 29 de mayo de 1987, se fue de inmediato a
su verdadera patria y empezó ya en Miami a asociarse a los elementos
anticubanos más retrógrados.
En 1989 se integra a la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA),
creada por la CIA durante el gobierno de Ronald Reagan.
Pronto dirige el comité paramilitar conformado por esta
organización que asegura el financiamiento, entre otros, del grupo
terrorista Alpha 66 y demás grupúsculos extremistas que actúan
contra Cuba.
ENCARGADO DE LOS AJUSTES DE CUENTAS
Ahí se reconocen sus habilidades de- sarrolladas con la policía
gansteril de Batista: organiza paralelamente a estas tareas,
toleradas por el FBI, un grupo de ajuste de cuentas que resuelve los
diferendos entre la FNCA y la competencia.
El "Macho" Martín Pérez participó en la organización de toda una
serie de fracasados intentos de asesinato del Presidente de Cuba, en
distintas cumbres iberoamericanas.
En 1994, en ocasión de la participación de Fidel en la IV Cumbre,
en Cartagena de Indias, Colombia, conspiró con Alberto Hernández,
Francisco "Pepe" Hernández, Luis Posada Carriles, Ramón Orozco
Crespo, Gaspar Jiménez Escobedo, Félix Rodríguez Mendigutía y Raúl
Villaverde. Para esa ocasión, Luis Posada Carriles adquirió un fusil
Barret calibre 50 y medios explosivos que se trasladaron a Colombia,
desde Miami... ¡por avión!.
Se conoce cómo preparó un complot con vistas a la V Cumbre
Iberoamericana en 1995, con Jiménez Escobedo y Eugenio Llameras. Ese
año, reactiva este mismo plan antes en función de la Cumbre del
Movimiento de Países No Alineados, también en Cartagena de Indias,
Colombia.
En 1997, en Isla Margarita, Venezuela, con la VII Cumbre
Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, Posada monta otra
conspiración con el apoyo directo de Martín Pérez, conjuntamente con
otros directivos de la FNCA, como Arnaldo Monzón Plasencia y
Francisco "Pepe" Hernández, Alberto Hernández, Roberto Antonio (Tony)
Llamas, Feliciano Foyo y Roberto Well Pineta.
Este mismo año, mientras su subsidiado Posada dirigía su campaña
contra instalaciones turísticas cubanas, el "Macho" fue firmante de
la Declaración de apoyo al terrorismo contra Cuba que publicó la
Fundación, el 11 de agosto.
Tantos complots no pueden desarrollarse sin que alguien vaya a
hablar: Roberto Martín Pérez, Feliciano Foyo y Horacio García están
entre los individuos que Posada designó públicamente como los
"financieros" de sus actividades terroristas en su entrevista de
1997 con el New York Times.
(Esto no impidió, por supuesto, que los mismos tres delincuentes
fuesen recibidos por el subsecretario Roger Noriega el 2 de mayo del
2003 en el Departamento de Estado de Bush).
PADRINO DE BOSCH Y POSADA
En noviembre de 1995, se reanimó públicamente el nexo político
entre la FNCA y el terrorista Orlando Bosch Ávila, cuando "Macho"
apadrinó en Miami una exposición de cuadros de Bosch y Posada, los
dos autores intelectuales del sabotaje contra el avión civil cubano,
en 1976, en el que murieron 73 personas.
En 1998, el gran defensor del "preso político" realizó una de sus
más sucias hazañas: con otros cabecillas de la mafia de Miami, como
Alberto Hernández (entonces de la FNCA), Ileana Ros-Lehtinen,
Domingo Otero (otro "duro" de la FNCA) llevó al nuevo jefe del FBI,
el muy corruptible Héctor Pesquera, a realizar el arresto de cinco
cubanos infiltrados en las filas de las organizaciones terroristas.
Asociado a varias organizaciones conspirativas, vinculadas al
mecanismo terrorista mantenido en Miami por la CIA, como Comandos
F-4 de Rodolfo Frómeta, y Hermanos al Rescate de José Basulto, es un
personaje que provoca el terror.
Bien se conoce su amistad indefectible con Guillermo Novo Sampoll,
asesino del dirigente chileno Orlando Letelier.
Lo que se asemeja, se pega. El nuevo amigo de John McCain se casó
hace años con Ninoska Lucrecia Pérez Castellón, la furibunda hija
del sicario Francisco Pérez González, otro teniente coronel de la
policía batistiana.
En el 2001, sospechosamente a unos días de los atentados del 11
de septiembre, el "Macho" abandonó la FNCA para sumarse al Cuban
Liberty Council de Zúñiga, que reúne hoy a Alberto Hernández,
Horacio García y demás mafiosos miamenses con una trayectoria bien
documentada de apoyo al terrorismo y, específicamente, a Posada y
Bosch.
Muchos disparates de su "Macho" perseguirán a McCain en los
próximos meses.
El candidato republicano tiene que enterarse de que su protegido
de 73 años fue el primero en afirmar que el día de su soñada
victoria contra la Revolución cubana pasaría un buldócer desde el
Cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisí, para eliminar la actual
población de la Isla, culpable de ser vinculada de una forma u otra
a la Revolución.
No hay para sorprenderse: en otra oportunidad, al ser interrogado
sobre el peligro que se corría de matar a inocentes en un atentado
contra dirigentes cubanos, declaró que ni le importaba si "moría el
Papa".
Tales son los apoyos que tiene en Miami el ultraconservador
McCain. |