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El presidente estadounidense, George W. Bush, reiteró hoy sus amenazas
a Irán, advirtió a Siria y reiteró su convicción de que Europa es
actualmente un gran aliado de Washington.
En rueda de prensa conjunta con su homólogo francés, Nicolás
Sarkozy, el inquilino de la Casa Blanca se mostró optimista y confiado
en torno a la cruzada anti-terrorista mundial, repitiendo discursos
que van en contravía de la realidad.
Bush, que cumple en Francia su penúltima escala en la gira europea
de despedida, a seis meses de las elecciones en Estados Unidos,
manifestó, con el respaldo de Sarkozy, que no se puede permitir el
peligro de un Irán con bombas atómicas.
En la conferencia realizada en el Palacio del Elíseo, luego de otra
reunión entre los dos jefes de Estado, ambos dirigentes recalcaron que
no permitirán a Teherán desarrollar su programa nuclear, pese a su
carácter civil.
La postura de Irán es clara: cualquier condición a una suspensión
de nuestras actividades nucleares no puede ser aceptada, sentenció
este sábado el portavoz del gobierno iraní, Gholamhossein Elham.
Frente a lo cual, Sarkozy señaló la disposición de su país para
cooperar con Irán en el desarrollo de la industria nuclear civil, y
estimó que si tal era la opción y como prueba de su buena fe, Teherán
debía aceptar las inspecciones de sus instalaciones.
En caso contrario, deben saber que habrá sanciones, puntualizó.
Por su parte, Bush señaló que Siria debe alejarse de Irán y no
apoyar sus ideas, en otra de sus amenazas, para luego dar paso a
Sarkozy, quien justificó la invitación al gobernante de Damasco,
Bachar AL-Assad, a participar en la fiesta nacional gala del 14 de
julio.
También ocupó la atención de los periodistas las preguntas en torno
al rechazo de Irlanda al Tratado de Lisboa, que aspira a convertirse
en Carta Magna de la Unión Europea.
Sarkozy llamó hoy a continuar el proceso de ratificación del
documento de Lisboa para que el "incidente" del rechazo irlandés a ese
texto no se convierta en una crisis.
También es preciso cambiar nuestra forma de hacer Europa con el fin
de responder a las inquietudes de los ciudadanos, añadió.
El No irlandés es una realidad política, admitió.
La víspera, miles de franceses repudiaron la visita de Bush, al
tiempo que la gran mayoría de los manifestantes se congratuló por el
NO de Irlanda al Tratado de Lisboa.
En los alrededores de la Plaza de la República se inició la
concentración de decenas de organizaciones de izquierda y grupos de
solidaridad con América Latina, África y Medio Oriente, antes de
emprender una marcha por el boulevard Voltaire.
Ni Bush, ni guerra, ni OTAN, por la Paz y la Justicia y el respeto
al Derecho de los Pueblos, fue la consigna principal de la
manifestación, en la cual también participaron Norteamericanos
contrarios a Bush, por la Democracia .
Caricaturas de los mandatarios estadounidense y francés, Nicolás
Sarkozy, y fotos calificando a ambos de terroristas podían verse en la
marcha en la cual se encontraban representantes de la Liga Comunista
Revolucionaria (LCR), los Verdes y Generación Palestina.
Asimismo, el Partido Comunista Francés (PCF), Movimiento contra el
Racismo y por la Libertad de los Pueblos, y Mujeres por la Igualdad,
entre otros.