Cuba, mezcla de arrojo y desconcentración; Italia, veteranía y maña para capear el temporal. Una pizarra extendida sin razón al quinto set en un partido con poca brillantez técnica que tuvo el valioso aliento de una numerosa afición.

Rolando Jurquín sobresalió a la ofensiva.

El triunfo 3-2 (25-22, 31-33, 25-20, 22-25, 17-15) sobre los italianos en el debut de la Liga Mundial de voli, en la Ciudad Deportiva, pone a los cubanos en el centro de mira. Su ataque, superior al de los oponentes, suplió la falta de un recibo sosegado que falló sobre todo ante el servicio del opuesto Alejandro Fei.

La inconsistencia en el ritmo de juego conllevó a las altas y bajas en el rendimiento de los locales. De momento venía un descenso como el del segundo set, hasta situarse 1-9 debajo, a lo que seguía la reacción que empató las acciones a 15. Increíble después la pérdida del parcial 31-33.

¿Y qué decir del tie break? En pocas ocasiones a Italia le han desbaratado una ventaja de 13-7. Rolando Jurquín le castigó con tres servicios consecutivos para igualar a 14 y una vez desmoralizados los bambinos sobrevino el desenlace.

El servicio fuerte, con salto y rasante de los anfitriones hizo sus estragos en una formación rival que posiblemente ayer se sintió el rigor del viaje desde Tokio a La Habana, después de ganar invicta (7-0) el torneo preolímpico. Esperemos hoy un segundo encuentro más parejo, a las 8:40 p.m., en el Coliseo.