"China se opone resueltamente a cualquier intento de interferir en
los asuntos internos de otras naciones, tomando como pretexto los
derechos humanos, y también al doble rasero", destacó un portavoz.
El vocero reiteró que el Tíbet es una parte inseparable del
territorio chino y que "es una cuestión interna de China, como también
los contactos del Gobierno con el Dalai Lama".
En la declaración, los líderes de la UE y EE.UU. habían expresado
su "preocupación por los recientes disturbios en el Tíbet" e instaron
a "todas las partes a evitar más violencia", dice EFE.
Las disputas deben resolverse sobre la base de la igualdad y la
confianza mutua, y a través del diálogo y la cooperación, dijo el
portavoz de Beijing.