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Soluciones en Moa
Froilán Parra Suárez
MOA, Holguín.— Mantener en funcionamiento las 16 empresas
productoras de níquel de nuestro país requiere de altos niveles de
importaciones de piezas de repuesto, que representan, a la vez,
millonarios presupuestos. Este desafío impulsa a trabajadores de la
Empresa Mecánica del Níquel (EMNI) Comandante Gustavo Machín Hoed de
Beche a recuperar, fundir y mantener piezas de repuesto con gran
eficacia.
Válvulas
industriales recuperadas por los obreros de la Empresa Mecánica,
labor que sustituye importaciones por miles de dólares.
Organismos de la Industria Básica, el sector minero y otras
entidades reciben los servicios de la Empresa Mecánica, que fabricó
en el 2007 cerca de 190 000 piezas de repuesto, lo que representa la
nada despreciable cifra de 24 millones de dólares por sustitución de
importaciones.
Caminar sus enormes talleres refleja la magnitud del colectivo. A
cualquier hora se encuentran obreros en las gigantescas naves,
enfrascados en tareas productivas.
El ingeniero Enrique Delgado Leyva, especialista de Ciencia y
Técnica de la referida industria, indica que para el presente año
esperan producir 181 renglones, cada uno de ellos abarca varias
piezas.
Las
paletas que emplea este eje de lavadora de mineral son fundidas en
la Empresa Mecánica.
Los obreros conocen del impacto de su ingenio y del esfuerzo en
un mundo financiero cada vez más competitivo, además del despiadado
bloqueo norteamericano en su afán por quebrar la importante
industria del níquel.
Las empresas niquelíferas destinan todos los años más de 6
millones de dólares a la adquisición de válvulas industriales. De
esta cifra, la institución visitada logra hacer más de un millón de
dólares gracias a la fabricación y recuperación de estos
componentes.
Onelia Oliveros Noriega-Roldán, ingeniera metalúrgica que labora
en la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Maquinado, estaba por
salir para su casa, muy pasada la hora que marca el fin de su
jornada laboral.
"Yo trabajo el tiempo necesario", dice. Lleva 25 años laborando
en la Empresa Mecánica. Muestra con sencillez las piezas a punto de
salir para la industria que representan un considerable ahorro para
el país.
Los brazos de los hornos de reducción son un ejemplo de tesón. A
fuerza de talento logran hacerlos hoy con mejor calidad que los
foráneos.
Cada horno de reducción lleva 68 brazos. La Che Guevara tiene 24
de estos equipos. Los importados duraban de seis a ocho meses, pero
los nuestros sobrepasan los dos años de vida útil, indica Onelia.
Las producciones de la EMNI llevan el Sello de la Calidad,
avalado por el Sistema de Gestión de la Calidad, acorde con las
normas ISO 9001, que garantizan la confiabilidad en sus servicios.
Sustituir importaciones es vital para la economía nacional. En
Moa lo saben los trabajadores. |