Cuba extiende novedosos sistemas de riego agrícola a fin de ahorrar
agua, asegurar cosechas e incrementar la eficiencia energética, las
producciones y la entrega de alimentos a la población, destacaron hoy
directivos del sector.
En conferencia de prensa, celebrada en la capital cubana, Rubén
Gómez, viceministro de Agricultura, precisó que 393 nuevas máquinas de
pivote eléctrico se han incorporado a los sembradíos durante los
últimos años, lo cual propició el ahorro de portadores energéticos en
la actividad.
Indicó que ese alistamiento en la tecnología propició realizar
estudios de factibilidad para la reubicación de otras máquinas, y
aseguró que, además, se prioriza la sustitución de motores de bombeo
diésel por eléctricos lo cual facilita el aprovechamiento de la
madrugada para anegar los campos.
Agregó que la explotación máxima de esa tecnología se aprecia con
la rotación de los cultivos en esas áreas, que oscila sobre las 2,5
cosechas anuales.
Reinaldo Rey, director del Instituto de Riego y Drenaje, destacó
los trabajos destinados a la modernización de otras técnicas de
suministro de agua a los cultivos, como el cambio de los aspersores
por boquillas difusoras de baja presión, de fabricación nacional.
Ese cambio tecnológico, dijo, incrementa la eficiencia de la
máquina en cerca del 15 por ciento ya que se acerca el agua a los
cultivos y se evitan pérdidas por el traslado del viento o por
evaporación.
En Cuba el 72 por ciento del agua que se consume está destinada a
la agricultura, sistema que cuenta en la actualidad con 800 mil
hectáreas con algún método de riego.