Indicadores de eficiencia médica comparables con los de países desarrollados reporta la sala de cuidados intensivos pediátricos del hospital general Comandante Pinares, que atiende amplias zonas rurales de Pianr del Río.

Durante el año anterior la sobrevivencia de pacientes graves ingresados más de 48 horas, denominada tasa de mortalidad neta, fue de 1,1 y en el primer trimestre del actual es de cero, con similar registro de infecciones adquiridas tras el internamiento.

Para el doctor Jorge Enrique Padrón Álvarez, especialista de primer grado en pediatría y jefe de esos servicios, tales parámetros son resultado del trabajo en equipo de personal médico y de enfermería de alta responsabilidad, confiables para los familiares y los niños.

Las paredes de esta sala -precisó- encierran casi un cuarto de siglo de historias diseminadas en cerca de cinco mil tratados entre los 28 días de nacidos hasta los 18 años de edad, fundamentalmente en patologías respiratorias complejas, síndromes convulsivos y neurológicos infeccioso- bacterianos y accidentes.

Varios integrantes del colectivo, formado en este propio centro de categoría docente, han cumplido o están activos en misiones internacionalistas en países donde mostramos los retos del pediatra: sensibilidad, rigor, conocimientos y amor para salvar vidas, dijo.

El doctor Jorge Enrique Padrón resaltó la reducción paulatina de los ingresos en los tres últimos años, con reportes respectivos de 247, 203 y 179 pacientes, muestra de la calidad de la atención primaria de salud y de la pediatría a otros niveles en el diagnóstico oportuno de las enfermedades.

Por iniciativa del hospital funciona también una sala de emergencia infantil, encargada de recibir, preparar y trasladar las urgencias de alto riesgo a la de cuidados intensivos, dotada de nueve camas, un moderno equipo de ventilación SERVO-I, ultrasonido y electroencefalógrafo.