Esta comisión no está integrada solo por combatientes de las FAR
y el Ministerio del Interior, sino también por representantes de
diversos sectores de la sociedad. Así ha sido siempre —explicó el
también miembro del Buró Político— desde que los patriotas cubanos
aprobaron la Constitución de Guáimaro, y luego en Jimaguayú y La
Yaya: el deber de los ciudadanos de la República en Armas era luchar
por la soberanía de la nación.
En 1870 Céspedes advirtió sobre el deseo de Estados Unidos de
apoderarse de Cuba, y esa vieja ambición imperial persiste. Por lo
tanto, la misión de la defensa continuará siendo vital, añadió
Alarcón.
El tiempo de antelación con que esta vez se ha constituido la
Comisión (con carácter provisional hasta que sea aprobada por la
Asamblea Nacional en su próxima sesión ordinaria), permite preparar
integralmente a sus miembros para su labor, lo cual propiciará
fortalecer la institucionalidad, subrayó Alarcón.
Jorge Lezcano, asesor del presidente del órgano legislativo
cubano, hizo una intervención para explicar el papel del diputado,
sus deberes y derechos, sus vínculos con los electores y su labor en
el fortalecimiento del trabajo de las comisiones como instrumentos
para controlar y fiscalizar.
Eso sería un paso decisivo a favor de la institucionalidad, del
cómo y qué hacer de cada cual para cumplir lo que le corresponde con
más eficiencia.
Los 41 integrantes de la Comisión de Defensa Nacional del
Parlamento eligieron como presidente al general de división Samuel
Rodiles Planas, como vicepresidentes al también general de división
Romárico Sotomayor García y al general de brigada (R) Harry Villegas
Tamayo, y como secretario al teniente coronel (R) Génesis Izquierdo
Monte. La reunión estuvo presidida, además, por el miembro del Buró
Político, general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera,
viceministro jefe del Estado Mayor General de las FAR.