|
Tras la sacudida... algunas soluciones
ALFONSO NACIANCENO
alfonso.gng@granma.cip.cu
La sacudida alcanzó tal magnitud que
disparó la búsqueda de soluciones.
La
Perla ha elevado su nivel de aceptación entre los consumidores.
Hace cerca de tres años enfrentamos una situación desagradable
con el jabón Nácar que en aquel momento recibía la población por la
canasta básica, explica todavía con pena Juan Dranguet, director
técnico de la Unión Suchel.
Afrontábamos dificultades con algunas materias primas, y al
faltar el carbonato de calcio, lo sustituimos por sulfato de calcio
sin realizar las pruebas pertinentes para observar el resultado de
esa variante. La consecuencia fue que la pastilla se convertía en
polvo. Recuerda que en el periódico Juventud Rebelde publicaron una
secuencia gráfica de Liborio Noval, ilustrativa de la degradación
del producto. "Aquella crítica —dice— tuvo repercusión."
Son
varias las quejas sobre el jabón de lavar Batey.
Después de una visita a Santa Clara, donde la situación descrita
cobró matices más preocupantes, el Estado financió la compra de
equipos y materias primas que permitieran elevar también la calidad
del resto de los renglones distribuidos "por la libreta". Este
proceso de mejoras aún no ha concluido.
A la capital del país y a la ciudad de Santiago de Cuba les
entregaban un Nácar de 125 gramos, en tanto a las demás provincias
llegaba el de 70. Hoy toda la nación recibe el de 125, hecho por
JAYPER (Jabonería y Perfumería), Suchel Regalo y JOVEL (en
Jovellanos), que juntas aportan las 11 361,8 toneladas anuales
suministradas al Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) para la
canasta básica, acota Senobio Miranda, de la dirección de producción
y ventas de Suchel. Otros cambios han sido el aumento de su
perfumación, troquelado para ponerle la marca, y la adición de la
envoltura.
Una máquina nueva corta, troquela y envuelve el Nácar.
La explicación es clara, pero los consumidores todavía insisten
en que apenas sienten esa fragancia.
También han notado que después de emplearlo, cuando se seca,
tiende a cuartearse.
Eso está relacionado con los niveles de alcalinidad, los de las
grasas, y de otros componentes. Nosotros controlamos esto y en las
últimas encuestas aplicadas no aparece esa queja, apunta Dranguet.
Los fabricantes aseguran que las materias primas utilizadas —la
mayoría de importación— aumentaron considerablemente su precio en el
mercado internacional, por ejemplo, la viruta pasó de 200-300
dólares la tonelada a 1 400, y los aceites esenciales desde el año
2000 a la fecha incrementaron su valor en un 30%. Aún así, afirman
que los esfuerzos de la industria seguirán encaminados a erradicar
las inconformidades.
LOS PROBLEMAS DEL BATEY
Cuantas personas usan el jabón de lavar Batey se quejan del
tamaño y peso de la pastilla, al mismo tiempo que "le sienten un
olorcito a potasa".
¿Qué dicen los especialistas?
Hoy la principal insatisfacción se centra en su peso, que debe
ser de 269 y 135 gramos. El primero de estos dos tipos llega a
Ciudad de La Habana, Santiago de Cuba (ciudad) e Isla de la
Juventud, y el segundo va al resto del país, puntualiza Miranda.
Es cierto lo referido a la variación del tamaño, pues las
máquinas cortadoras norteamericanas y de la desaparecida URSS ya no
mantienen la dimensión del corte, por eso adquirimos cinco nuevas de
China que, cuando entren en funcionamiento, resolverán esa
deficiencia.
El jabón de lavar tiene mayor humedad que el de tocador
—argumenta Dranguet— y al no poseer envoltura por falta de
financiamiento, pierde líquido, decrece su peso y no puede
perfumarse. A esto se une la mala calidad del embalaje para la
distribución, que no garantiza su entrega en las mismas condiciones
en que sale de la fábrica, además de facilitar también el robo. La
calidad de las cajas es una lucha constante con sus productores.
En cuanto a ese olor que le sienten, será pertinente seguir
trabajando, pero debo aclarar que en los jabones sólidos no se
emplea la potasa o hidróxido de potasio como muchos piensan, aclaró
el directivo de Suchel.
NO SOLO UN CAMBIO DE "ROPA"
Un cilindro de pavimentar calles presionando el tubo de crema
dental para extraerle su contenido fue tema de una caricatura
publicada años atrás. Entonces, la Perla venía con un sabor poco
agradable, en envases de aluminio sin litografiar, y se endurecía de
mala manera después de un tiempo almacenada.
En un recorrido por la planta donde hacen este garante de la
sonrisa, observamos una nueva máquina que conforma 100 000 tubos
laminados (plástico y aluminio) cada día, equipo de los llamados
inteligentes atendido solo por cuatro hombres.
Para mejorarla, a la crema le incrementaron el por ciento de
mentol y le agregaron una materia prima llamada sorbocil que
aumenta su consistencia, explicó José Antonio Álvarez, director de
JAYPER.
La aceptación de la Perla entre la población se ha elevado,
aunque no se puede perder de vista que los envases tengan el
contenido indicado (85 ml).
No todo está dicho ni resuelto, mas entre estos colectivos de
trabajadores existe conciencia de cuán importante es su aporte a la
higiene y la salud de los cubanos. |