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En las calles de la ciudad de Nueva Orleans son cada vez más visibles
las secuelas de la desatención a las víctimas del huracán Katrina,
señala hoy el diario The New York Times.
De acuerdo con la fuente, estimados conservadores duplican la
cantidad de desamparados en la sureña urbe estadounidense desde el
devastador paso el meteoro en agosto de 2005, cuando dejó saldo de mil
800 muertos, 700 desaparecidos y cientos de miles sin hogar.
Por doquier aparecen grupos de seres humanos abandonados, muchos de
ellos enfermos o hundidos en el mundo del alcohol y las drogas, agrega
el rotativo.
Un reciente estudio realizado por juristas locales encontró que
menos de un 30 por ciento de los desabrigados recibió en alguna
ocasión asistencia de la Agencia Federal para el Manejo de
Emergencias.
Sólo quisiera tener un lugar cálido donde vivir, comentó el nativo
portador del Virus de Inmunodeficiencia Humana Ronald Gardner, quien
asegura que desde Katrina no ha vuelto a dormir en un sitio estable.
El Times también citó el caso de Ronald Berry, norteño de 57 años
abandonado a su suerte, a pesar de tener esquizofrenia.