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Los casos de estrés postraumático en las tropas estadounidenses
crecieron casi un 50 por ciento en 2007, como resultado de las
prolongadas y repetidas misiones en Iraq y Afganistán, reconoció un
reporte del Pentágono citado hoy por la prensa.
Según el estudio, en los últimos cuatro años suman alrededor de 40
mil los soldados diagnosticados con dicho padecimiento, el cual llega
luego de experiencias violentas y temores de muerte o herida
inminente.
El Ejército, con 10 mil afectados, y los Marines, con dos mil 114,
son los mandos más golpeados por el fenómeno, a partir del peso de
esos cuerpos en las contiendas bélicas, reflejó la investigación
reseñada este miércoles por el diario The Washington Post.
De acuerdo con el Departamento de Defensa, la Fuerza Aérea y la
Marina también abrieron expedientes de estrés postraumático a sus
hombres, aunque en menor media.
Los militares norteños admitieron que las cifras manejadas son sólo
una pequeña fracción del total de efectivos impactados por la
ansiedad, manifestación característica de este tipo de trastorno
psicológico.
Estamos apenas comenzando a lidiar con esta situación, explicó el
teniente coronel Eric Schoomaker, médico en jefe del ejército
estadounidense.
Un reciente estudio de la Corporación RAND estimó en 300 mil los
participantes en las ocupaciones de Iraq y Afganistán afectados por
diversos desórdenes mentales.
Estados Unidos mantiene unos 185 mil soldados en esas naciones,
donde reconoce la pérdida de más de cuatro mil 400 uniformados, y
lesiones en otros 31 mil.