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Las autoridades mexicanas calificaron hoy de duro golpe a la Policía
Federal Preventiva (PFP) la pérdida de siete de sus agentes en un
violento enfrentamiento contra narcotraficantes en Culiacán, capital
del estado de Sinaloa.
Los policías fueron recibidos con disparos de armas de alto poder y
lanzamiento de granadas al intentar un cateo en una casa de seguridad
de los traficantes, tras perseguirlos después que habían dado muerte a
dos civiles cerca del lugar.
Aprovechando la superioridad en el poder de fuego al utilizar,
además de las granadas fusiles AK-47 y FAL, los miembros del comando
armado causaron también cuatro heridos en las filas policíacas y el
tiroteo se generalizó durante varias horas.
Fuerzas del Ejército debieron acudir al lugar en apoyo a la PFP
para lograr dominar la situación, pero el grueso de los delincuentes
logró escapar dejando sobre el terreno un muerto, mientras otros dos
de los integrantes del grupo fueron detenidos.
En lo que va de año fueron asesinados en Sinaloa 37 policías, entre
ellos 11 agentes de la PFP, lo cual provocó la concentración en la
zona de efectivos militares y de la Agencia Federal de Investigación.
Por otra parte, en el estado de Chihuahua, fue ejecutado el agente
de la Policía Ministerial Raúl Martínez por un comando armado, otras
dos personas murieron al ser baleadas cerca de Ciudad Juárez y el
cuerpo de una cuarta víctima fue hallado en la propia urbe.
Tres personas más perdieron la vida a manos de traficantes en el
estado de Sonora, un hombre resultó ultimado en el estado de México y
en Tijuana, Baja California, la policía detuvo a integrantes de una
banda que mantenía secuestradas a seis mujeres.